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Comunidad Curia general - encuentros sobre sinodalidad

curia en modo sinodad

¿Cómo me voy a sumar a este CAMINO SINODAL de la Iglesia de hoy, “cimiento” de la Iglesia del tercer milenio?” Esta pregunta la formulaba la hermana Asunción Codes, Coordinadora general, en su carta del 15 de octubre dirigida a toda la Familia teresiana.

Además de todas las oportunidades que como hermanas, laicas y laicos tenemos de participar en las iglesias locales en el proceso sinodal, la UISG, escuchando la voz del Sínodo, ha pedido a las congregaciones que envíen su palabra. En la Compañía, las hermanas del Equipo general han querido abrir la participación para que nuestra aportación recoja la rica y diversa experiencia de todas.

Poco a poco van llegando respuestas al Equipo general, y mientras, la comunidad de la Curia general también está recorriendo el camino de oración, reflexión, escucha y diálogo. Desde el mes de diciembre, dedican algunas tardes del domingo a compartir y dialogar como tantas otras personas y grupos en diferentes lugares.

Hoy nos comparten qué está suponiendo esta reflexión compartida en la comunidad:

  • “Un compromiso con la Iglesia que nos pide una palabra discernida como Compañía de Santa Teresa para caminar hacia una iglesia más sinodal. Amplío mi mirada y me surge el agradecimiento cuando escucho las experiencias diferentes que tenemos de la misma iglesia en diferentes partes del mundo. Voy nombrando luces y sombras que compartimos, para buscar otros modos y estilos de ser miembros de esta gran Comunidad eclesial. Creo que es un primer paso en este proceso sinodal.” Hna. Asunción Codes 
  • “Por un lado me está ayudando a hacer memoria de experiencias positivas, vividas en otros momentos, de comunidad parroquial y de encuentro con personas de otras creencias, espiritualidades y religiones. También me ayuda el que compartamos sobre  distintas experiencias “de Iglesia”, de estar y vivir en las parroquias, modos de relacionarnos con otras congregaciones…, según los contextos o lugares en los que estamos. Personalmente a veces me cuesta responder porque en la actualidad no participo activamente en ninguna parroquia, ni en actividades de la diócesis, por lo que las respuestas se centran más en lo vivido anteriormente.”Hna. Conchi Peláez
  • “Es una oportunidad para abrirme a distintos modos de 'ser y vivirnos Iglesia' en los diferentes países, y a partir de la diversidad de experiencias que compartimos cada una. También me ayuda a tomar conciencia de la importancia de este momento y a sentirme en comunión con las comunidades de Vida Religiosa y laicos/as que están aportando y participando de distintas formas en tantos lugares del mundo.” Hna. Pilar Liso
  • “Está siendo para mí una experiencia "sinodal": experiencia de comunión, de escucha y de tomar la palabra en un diálogo que nos ayuda a llegar a significados y visiones comunes. Me siento parte de una Iglesia, Pueblo de Dios, que camina junto con otros/as. Además, está enriqueciendo mi sentido de Iglesia y despertando mis deseos de un mayor compromiso con ella para que pueda ser signo del Reino de Dios en medio de nuestro mundo.” Hna. Ángela Cuadra
  • Me ayuda a fortalecer el sentido eclesial personal y comunitario en esta llamada a renovar la Iglesia que nos hace el Papa Francisco. Aunque nuestra contribución sea pequeña, creo que es un primer paso para construir una Iglesia que se vuelve a los orígenes de las primeras comunidades en torno a Jesús, buscando "sus modos" de pensar, de actuar, de relacionarse…; comunidad de hermanos y hermanas, guiadas por el Espíritu y en la que TODOS tienen un lugar, una voz y una misión.” Hna. María Rosa Castellanos  
  • “El trabajo que estamos compartiendo supone, además de la consciencia de la responsabilidad personal, una oportunidad de participar en el proceso del camino de la Iglesia actual. Estoy experimentando el proceso de escucha mutua que nos lleva a conectar con las experiencias vividas por cada una de nosotras, como "tierra sagrada". Está permitiendo el enriquecimiento y conocimiento mutuo en ese ámbito y la apertura al Espíritu que posibilita recrear las experiencias y adaptarlas a la realidad de nuestros contemporáneos con los que caminamos juntos como Iglesia.” Hna. Domingas Luzia 
  • “Al ser hermanas de distintos países y continentes, es una riqueza cómo cada una comparte desde su experiencia personal que se ha dado en contextos diferentes de Iglesia y sociales. Personalmente, un regalo volver a mi adolescencia y juventud en las que descubrí el seguimiento a Jesús en una parroquia, y desde ahí reconocerme Pueblo de Dios en distintos lugares y diversos modos. Poder hacer la reflexión en comunidad me acerca también al “modo” en el que muchos hermanos y hermanas estarán buscando cómo dar su aportación.” Hna. Gema Meroño

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