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Última sesión de la Asamblea del Sínodo de la Sinodalidad

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Durante el mes de octubre se llevará a cabo la segunda Asamblea General del Sínodo de la Sinodalidad. Con ella concluirá la fase del Discernimiento de los Pastores iniciada en 2022 y comenzará la fase de Implementación, en la que se publicarán las conclusiones finales de todo el proceso sinodal y se dará por finalizado el Sínodo de la Sinodalidad.

Este largo y fructífero proceso está a punto de culminar, por lo que nuestra invitación es a detenernos por un momento y echar la vista atrás para darnos cuenta y agradecer todo lo que este camino ha significado y seguirá significando para una Iglesia siempre en camino. 

Recordemos que el Sínodo de la Sinodalidad fue convocado por el Papa Francisco en el año 2021 bajo el lema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión.” El hecho de convocar un sínodo no era novedoso porque la Iglesia cuenta con esta herramienta de consulta desde el Concilio Vaticano II. Sin embargo, este sínodo aportaba grandes innovaciones que suponían un importante paso adelante en la vida de la Iglesia. Entre ellas, cabe destacar que por primera vez, antes de la Asamblea General (dividida también por primera vez en dos momentos separados entre sí por un tiempo de discernimiento y escucha) se convocó una fase previa destinada a consultar al Pueblo de Dios. En esta consulta, realizada primero a nivel diocesano y nacional y, finalmente, a nivel continental, se escucharon y tuvieron en cuenta voces muy diversas que en sínodos anteriores no habían podido participar: jóvenes, laicos y laicas, personas alejadas de la Iglesia o pertenecientes a otras religiones, religiosos y religiosas, expertos en teología… También la Compañía de Santa Teresa participó, como Congregación de Vida Religiosa Apostólica, con una aportación concreta en el proceso sinodal;  una participación que respondía al deseo del Papa Francisco y de la USIG (Unión Internacional de Superioras Generales) de conocer la visión de la vida consagrada. Recordamos con agradecimiento el proceso de participación abierto a todas las Provincias, equipos provinciales y hermanas, impulsado por el Gobierno General, en el que se evidenció, una vez más, que si somos dóciles al Espíritu, la creatividad para ver las cosas nuevas es desbordante.

Aunque los documentos finales aún no están redactados, los frutos de este Sínodo ya son una realidad. Durante estos años,  la Iglesia ha hecho un gran esfuerzo por empezar a caminar de otra manera; más sinodalmente. Esto se ha traducido en una apuesta por la cultura de la escucha y el diálogo profundo; el ejercicio del discernimiento comunitario a través de la conversación espiritual y los círculos de escucha; la revisión de estructuras y formas de liderazgo;  el refuerzo del ecumenismo y el diálogo interreligioso; la sensibilización sobre la importancia de la misión y la evangelización; la contribución a la renovación espiritual poniendo al Espíritu en el centro de la vida de la Iglesia…  

Damos a gracias a Dios por las consecuencias ya palpables de este Sínodo y pedimos que el Señor siga actuando en lo queda de proceso sinodal para que, juntos y juntas, caminemos hacia una Iglesia más abierta, más inclusiva y más circular.

A continuación os compartimos una selección de noticias ya publicadas sobre el camino sinodal que la Compañía y la Iglesia han ido recorriendo durante estos años: