
Repetidas veces el Papa Francisco ha escrito y proclamado que “los sueños se construyen juntos”. Lo que puede ser una intuición, o una idea lanzada por una persona, quizá es como esa semilla que lanza el sembrador y que cae en tierra buena y poco a poco va creciendo hasta llegar a convertirse en un árbol frondoso y albergar en sí a muchas criaturas.
¿Por qué esta introducción para hablar de una vigilia de oración ecuménica?
Porque en octubre de 2021, durante la apertura del Sínodo sobre la sinodalidad, el hermano Alois, prior de Taizé, tras agradecer al Santo Padre el haber convocado el sínodo, se atrevió a compartir un sueño. Dijo textualmente:
“Santo Padre, ya que nos invita a soñar, quisiera compartir un sueño. ¿Sería posible que un día, en el curso del proceso sinodal, no sólo los delegados, sino el pueblo de Dios, no sólo los católicos, sino los creyentes de las diversas Iglesias fueran invitados a un gran encuentro ecuménico? Porque por el bautismo somos hermanos y hermanas en Cristo, unidos en una comunión todavía imperfecta pero real, incluso cuando las cuestiones teológicas siguen sin respuesta. Este encuentro, aquí en Roma y al mismo tiempo en otras partes del mundo, tendría en su corazón una celebración sencilla a la escucha de la Palabra de Dios, con un largo momento de silencio y de intercesión por la paz. ¿Podrían ser los jóvenes los animadores? ¿Podría ampliarse esta celebración a intercambios entre las confesiones? Descubriríamos que, unidos en Cristo, podemos convertirnos en constructores de paz.”
Así empezó todo, y desde entonces se ha ido gestando lo que el Papa Francisco anunció el 15 de enero durante el rezo del Ángelus: “Aprovecho la ocasión para anunciar que el sábado 30 de septiembre se celebrará en la plaza de San Pedro una vigilia ecuménica de oración…”.
El nombre del encuentro es TOGETHER- Encuentro del Pueblo de Dios.
De nuevo nuestro caminar como Compañía, y a punto de comenzar nuestro Capítulo general, nos pone en sintonía con esta iniciativa que comenzó con el sueño del hna. Alois. Hacemos nuestra la DECLARACIÓN DE INCLUSIÓN promovida para el encuentro:
«Ampliar el espacio de la tienda» significa que aquellos que parecen estar al margen de nuestras sociedades o de la Iglesia puedan ser escuchados y valorados. Mientras caminamos juntos y unimos nuestras voces en la oración, queremos afirmar nuestra esperanza de que todo el pueblo de Dios se reunirá un día como uno solo. Al invitarnos a acoger en nuestros corazones a quienes están al margen de la sociedad, el camino sinodal implica no dejar a nadie atrás.
“Al prepararnos para Together, esto significa que queremos facilitar la participación de quienes con demasiada frecuencia han sido excluidos. Independientemente del origen cultural o religioso, la capacidad o la discapacidad, la elección del estilo de vida o las relaciones, la situación de legal o ilegal, la situación económica o vital, la presencia de cada persona es un don para los demás y es preciosa.
La vigilia de oración será un momento de oración cristiana, pero el programa está abierto a todos. Y mientras nos preparamos, nos gustaría invitar a todo el mundo a cuidar el lenguaje que utiliza, sin tratar nunca de herir o lastimar al otro, sino de escucharle tal como es.”
"Quisiera compartir un sueño", y el sueño será realidad. Aquella semilla ofrecida con sencillez y humildad cayó en tierra buena, y con la ayuda y el trabajo de tantas personas, el septiembre se habrá convertido en árbol que acogerá a multitud de personas sin distinción.
Invitamos a visitar la página web de Together en diversos idiomas. Solo unos pocos podrán unirse en la celebración en Roma, pero desde donde estemos podremos unirnos y como dice el hermano Alois: “nos vemos constantemente empujados a ir a la fuente del Evangelio, a Cristo que, a través del Espíritu Santo, nos conduce juntos al Padre de todos los seres humanos sin excepción”.