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Adiós y gracias, 2025

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Termina el 2025 y queremos volver la vista atrás para recordar y agradecer todo lo vivido durante un año lleno de cambios eclesiales, vida compartida en Compañía y sueños puestos en la celebración de un 150 aniversario que está a punto de empezar.

El año comenzó y transcurrió con una Iglesia en profundo movimiento. Despedimos al Papa Francisco con el corazón lleno de gratitud por su magisterio cercano, profético y evangélico, y dimos la bienvenida al papa León XIV, recibiendo sus primeros gestos y palabras como un soplo de continuidad y renovación. El último legado del Papa Francisco fue el documento final del sínodo de la sinodalidad,un escrito que condensaba el esfuerzo de varios años soñando con una Iglesia más participativa, corresponsable e inclusiva. El año trajo también signos elocuentes de novedad: el nombramiento de sor Simona Brambilla como primera mujer prefecta del Vaticano abrió caminos de esperanza y reconocimiento del liderazgo femenino en la Iglesia. Además, la primera encíclica de León XIV, Dilexit te, invitó a profundizar en el amor a los pobres como centro de la fe y de la vida cristiana. Todo ello ha ido configurando un clima eclesial que ha acompañado y sostenido el caminar de la Compañía.

En la vida propia de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, 2025 ha sido un año fecundo. Los primeros votos y las renovaciones que tuvieron lugar en las provincias de Maria Peregrina, Nuestra Señora de la Esperanza y Nuestra Señora de la Paz, fueron testimonio de que la vocación sigue siendo don y respuesta, semilla que se renueva en cada generación. Junto a ello, los numerosos encuentros y reuniones tanto físicos como online han permitido mantener viva la comunicación y el discernimiento compartido más allá de las distancias. De manera muy significativa, el 150 aniversario de la Compañía ha ido tomando forma a lo largo del año, no solo como una efeméride, sino como una oportunidad para volver a las raíces y proyectar el carisma hacia el futuro. El estreno del logo conmemorativo, la reunión de comunicadores teresianos y las distintas iniciativas vinculadas a los 150 años han reforzado el sentido de pertenencia y la memoria agradecida. En esta misma línea de reflexión y profundidad carismática se celebró en Ávila la X Cátedra de Enrique de Ossó, espacio de pensamiento y diálogo que sigue actualizando la intuición fundacional. Los procesos formativos han tenido también un lugar destacado, con el inicio del CIT bajo el lema “En misión con otros y otras” y el desarrollo del Tiempo Específico de Renovación (TER), etapa clave para seguir creciendo en identidad, misión y disponibilidad evangélica.

Todo este dinamismo se ha visto acompañado por la cercanía constante del Gobierno General, cuyos viajes a lo largo del año han sido expresión de cuidado, escucha y presencia. Desde los lugares emblemáticos de la vida de Enrique de Ossó hasta comunidades y provincias de Europa, África y América, las visitas han fortalecido los lazos y han permitido compartir sueños, retos y esperanzas. 

Al cerrar 2025, solo cabe un profundo agradecimiento. A Dios, que sigue guiando la historia con ternura y fidelidad; a la Iglesia, que en medio de los cambios continúa siendo casa y camino; y a cada hermana, laica, educador…a cada miembro de esta gran familia teresiana que, con su entrega cotidiana, hace que la Compañía de Santa Teresa de Jesús sea una realidad. 

A cada uno de vosotros/as, de ustedes…¡GRACIAS Y FELIZ AÑO 2026