
Ante cualquier situación o circunstancia que vivimos, ya sea personal o institucionalmente, podemos leerla, al menos, bajo dos prismas. El primero es el que nos ofrece una lectura de los hechos sin más, el que es capaz de explicar las razones que llevan a una u otra elección; el segundo, es el que nos mete en una dinámica que va más allá de nosotras mismas, y que nos hace intuir que la historia que vivimos no es solo nuestra, sino ante todo, es historia de salvación, y por tanto, sagrada.
Durante los meses de mayo y junio, se celebró en la Compañía las dos partes de la Reunión Precapitular que tenía como objetivo acoger lo vivido desde el XVII Capítulo general, y orientar la dinámica de la congregación hasta septiembre de 2023, fecha en la que se celebrará el próximo Capítulo en Tortosa.
Ya en el mes de mayo, cuando el Equipo de gobierno general convocó a todos Equipos provinciales, y posteriormente en junio, en el encuentro con las hnas. Provinciales y Delegada de Notre Dame d’Afrique, se experimentó como invitación, que estamos llamadas a recorrer un camino de apertura y conversión hacia UNA NUEVA CONCIENCIA DE NUESTRA IDENTIDAD COMUNITARIA, una identidad que no podemos reducir a nuestra vida comunitaria como religiosas, porque es una identidad que brota de una auténtica espiritualidad que es un modo de SER y ESTAR que nos lleva a sentirnos parte del entramado de la vida y de la humanidad.
Las citas bíblicas que iluminaron el discernimiento y que ahora nos acompañan en el documento de reflexión capitular, fueron “ensancha el espacio de tu tienda” y “¿cuántos panes tienen?”. Dos citas que se expresan en dos imágenes: la TIENDA y el PAN. Dos citas que nos invitan a reconocer lo que somos y tenemos, en nuestra riqueza, pobreza y vulnerabilidad, pero que también nos invitan a abrir, a ensanchar, a acoger, a ser con otros y otras. El reconocimiento de nuestro momento no nos cierra, sino que urgidas por la realidad y por la llamada a SER CON, nos invita a hacer más grande el espacio de la tienda.
Hasta aquí todo es parte de nuestro proceso como congregación, pero la sorpresa llega cuando el Documento de trabajo para la etapa Continental del Sínodo, viene iluminado por ese “ensancha el espacio de tu tienda”, y por “si el grano de trigo no cae en tierra…”. De nuevo, la TIENDA y el TRIGO.
Y aquí es donde podemos hacer las dos lecturas:
- La primera: ¡Qué casualidad! Con la cantidad de citas que podríamos haber elegido en uno u otro documento, coincidimos. ¡Qué poco originales!
- La segunda: ¡Qué impresión! ¿Cómo es posible que entre tantas citas el Espíritu nos suscite las mismas? ¿Por qué? ¿Qué quiere Dios?
El soplo del Espíritu, o tal vez el grito, nos lleva a acoger la Palabra de Dios como guía y horizonte. Y como dice el Documento de la etapa continental en el n. 27, “esta metáfora expresa la necesidad de discernimiento”.
El n. 27 continúa: “Así es como muchas síntesis imaginan a la Iglesia: una morada espaciosa, pero no homogénea, capaz de cobijar a todos, pero abierta, que dejar entrar y salir, y que avanza hacia el abrazo con el Padre y con todos los demás miembros de la humanidad.”
¿Hacia dónde nos llevará como Compañía de Santa Teresa de Jesús este año capitular? El Espíritu seguirá acompañándonos y nos dará su luz, pero sea como sea, seremos con otros y otras en TIENDA y compartiendo el PAN, dejando que muera para que dé fruto.
La TIENDA y el PAN. Que la Palabra de Dios empape nuestra tierra y nos haga creativas.
No es casualidad. Es Espíritu Santo.