La última semana de septiembre tuvo lugar en Zaragoza el encuentro del Gobierno Ampliado, formado por el Gobierno General y las Provinciales de toda la Compañía. Ya el año pasado se realizó un primer encuentro que ha encontrado en este segundo su continuidad. Días de reflexión compartida, fraternidad y mucho diálogo que dejan en el horizonte un telar de sueños, intuiciones, desafíos y caminos por explorar.
“Con el deseo de caminar en sinodalidad y desde un liderazgo compartido, impulsar y consolidar el gobierno ampliado en el nivel general como una instancia de corresponsabilidad, participación y discernimiento; y como espacio para compartir experiencias y temas comunes que nos enriquecen y afectan a todas.”
Con estas palabras, el XVIII Capítulo General invitaba a apostar por un nuevo modelo de liderazgo en la Compañía en el que la escucha, la corresponsabilidad, y el discernimiento compartido fueran los pilares fundamentales de una forma de liderar que es, en realidad, una forma de vivir.
Sobre este modelo de liderazgo y su implementación en el contexto de la vida religiosa apostólica actual han girado gran parte de las reflexiones de estos días iluminadas por la aportación de Paco Pepe Ruiz sj, que nos recordó la urgencia de la misión y el ministerio de la autoridad al servicio del propósito común. La presencia y mediación de Carmen Castrejón ayudó a dejar emerger en la sala preguntas que nos recuerdan la necesidad de desaprender para aprender; desafíos que nos enfocan al futuro desde un presente que necesita ser transitado en la incertidumbre: ¿Cómo pasar del “yo” al “nosotras”? ¿Cómo vivir sinodalmente, atentas al susurro del Espíritu, en medio de las prisas y las urgencias del día a día? ¿De qué manera seguir construyendo una Compañía intercultural y diversa? ¿Qué desafíos enfrentar hoy para que el carisma educativo de Enrique de Ossó pueda seguir vivo? ¿De qué forma articular conversaciones difíciles y diálogos abiertos y contemplativos que partan de la confianza y fomenten la libertad personal? ¿Cómo dejar ir aquello que nos impide acoger lo que está por venir? Estas y otras preguntas igual de desafiantes que cuestionan, dinamizan y ponen en movimiento.
Con la ayuda de Elías López SJ, también se dedicó un tiempo del encuentro a abordar el tema de la movilidad humana y a pensar sobre los desafíos que plantea para la vida religiosa actual. Como Compañía de Santa Teresa de Jesús queremos estar en aquellos lugares en los que la vida está más amenazada.
Además, como colofón final, se hicieron presentes en este encuentro la comisión encargada de actualizar los CITs y la responsable de organizar el 150 aniversario. Con la actualización del formato de los CIT se pretende despertar un dinamismo formativo profundo que responda a los retos de hoy y que traspase las fronteras de la Compañía. Por su parte, el 150 aniversario será un tiempo de celebración, mirada agradecida y esperanzada que ya se espera con ilusión.
Por supuesto, no pudo faltar tiempo para compartir de una manera más distendida, paseando por Zaragoza y conociendo el monasterio de San Juan de la Peña y la estación de Canfranc. ¡Qué bueno sentirse hermanas!
Se concluyen estos días con mucho agradecimiento por los momentos compartidos. La Compañía, como nuestros pequeños telares, se construye con los hilos finos y frágiles de cada una de nosotras. Pero si los entrelazamos de la manera adecuada, esa que brota cuando nos ponemos a la escucha y actuamos colaborativamente, el dibujo resultante es siempre distinto al esperado… y más bello.
