Con profunda alegría y gratitud, las comunidades teresianas de la Provincia Nossa Senhora Aparecida acogieron la visita de las hermanas Ángela Cuadra, Pilar Liso y Clarice Suchy, del Gobierno General, desde el 19 de mayo hasta el 10 de junio. Guiadas por el Espíritu, recorrieron diversas comunidades, colegios y proyectos sociales. Todos ellos, lugares llenos de vida y espíritu teresiano. Su presencia fue más que un gesto institucional: fue un verdadero encuentro entre hermanas que fortaleció la identidad carismática y apostólica de cada una de las presencias visitadas y que favoreció un clima de familiaridad.
Las hermanas también aprovecharon para vivir momentos de intensa comunión con educadoras y educadores, niños y niñas, adolescentes, jóvenes, laicos y laicas comprometidos con la misión teresiana. Los primeros días tuvieron un rico compartir con las hermanas del gobierno provincial, Rita Barbosa, Mª das Graças de Lima, Alzira Da Silva, Mª de Jesus Ramos y Adelaide Giacobo. ¡Qué riqueza reconocer los procesos en marcha, despertar juntas el agradecimiento por la vida entregada al servicio del Reino y seguir soñando el futuro de la provincia!
Después de estos primeros días, las hermanas del gobierno general se distribuyeron para poder acercarse a todas las comunidades de la Provincia. Ángela Cuadra, acompañada por Rita Barbosa-coordinadora provincial- visitó las comunidades de Guarapuava, Aparecida de Goiania y Río de Janeiro. En los tres lugares pudo compartir la misión de distintos grupos de Familia Teresiana y de la Red de Mulheres, y conocer a la comunidad educativa del colegio Santa Teresa en Río de Janeiro. A su regreso a Porto Alegre, la coordinadora general visitó las cuatro comunidades teresianas de la ciudad y acompañó la jornada de reflexión sobre la opción capitular con todas las hermanas.
Clarice Suchy y Pilar Liso, acompañadas por Alzira Da Silva visitaron las comunidades de Imperatriz y Açailandia. Pudieron disfrutar de un día de encuentro de hermanas para reflexionar sobre la opción capitular y percibir la fuerza misionera de los diferentes grupos teresianos comprometidos con la pastoral en la Iglesia local de Imperatriz y Acailandia. Allí, conocieron el CETIN (Centro de Espiritualidad Teresiana Irmã Nieves) y el proyecto social Vida e Esperança. Desde el nordeste del país se trasladaron a Río Grande do Sul. Acompañadas de la hermana María das Graças de Lima, visitaron el colegio Santa Teresa en Santana de Livramento y convivieron unos días con las hermanas de la comunidad. En la ciudad sin fronteras pudieron encontrarse también con la comunidad teresiana de Rivera -Uruguay- perteneciente a la provincia de San José. Antes de volver a Porto Alegre, conocieron a las hermanas de la comunidad de Itaquí y visitaron el Proyecto Social Creçendo com Arte donde se atiende a niños y niñas de entre 6 y 12 años. La experiencia compartida de numerosos grupos de la Familia Teresiana les hizo recordar las palabras de Enrique de Ossó: “¡Qué poco se conoce a Jesús! y créeme, Teresa de Jesús es la más a propósito para hacerle conocer y amar!”
Los primeros días del mes de Junio las tres hermanas del gobierno general volvieron a encontrarse en Porto Alegre y visitaron el proyecto social Casa Santo Enrique y el colegio Santa Teresa de Porto Alegre que en esos días celebraba su 60 aniversario.
Cada visita- todas diferentes, pero, al mismo tiempo, conectadas por un mismo carisma, permitió experimentar la riqueza de una misión encarnada en el servicio educativo, espiritual y solidario, profundamente enraizada en el legado de Santa Teresa de Jesús y San Enrique de Ossó. También en cada palabra, en cada gesto, en cada oración compartida, resonó la certeza de que la educación, la oración y el cuidado del alma son caminos para sembrar un futuro más humano, más bello y más lleno de Dios. Las Hermanas Clarice, Pilar y Ángela no sólo visitaron lugares: abrazaron corazones y dejaron abrazar los suyos. Escucharon historias, compartieron vida y renovaron su alegría y esperanza. Cada encuentro fue signo vivo de esperanza, reflejo del amor de Cristo y ocasión para renovar la llamada a "ir y ver" (Jn 1,39), al estilo de Jesús, con una mirada atenta y fraterna que pone el foco en los pequeños
Antes de regresar a España, todavía hubo tiempo para encontrarse con el gobierno ampliado y con los equipos provinciales para compartir con hermanas y laicos/as algunas inquietudes o llamadas: La invitación a cultivar y fortalecer una espiritualidad de la sinodalidad que forje un nuevo estilo de vida y de liderazgo. La preocupación sobre cómo revitalizar una vida religiosa que se fragiliza por disminución y por dificultades diversas. El compromiso con una pastoral vocacional que fortalezca, en todas, el sentido de la vida y sea testimonio para las jóvenes que sienten la llamada a seguir a Jesús en la Vida Religiosa. El desafío de actualizar la invitación de Enrique de Ossó en el “Organicémonos” para poder llevar a cabo la misión encomendada.
Ellas mismas nos dicen: Constata-se a necessidade de uma reorganização, para atender as Irmãs que se encontram necessitadas de mais cuidados, atender à missão desde outros lugares e nos fortalecermos como “comunidades orantes, chamadas a escutar, celebrar, viver e proclamar a Palavra de Deus”. (Art. 17 das Constituições).
Para todos los que forman parte de la familia teresiana en Brasil este recorrido ha significado un tiempo de gracia, un impulso renovado para continuar la misión con fidelidad, ternura y compromiso, llevando el carisma teresiano con alegría a cada rincón del mundo. Así comparten las hermanas de la provincia:
Estamos agradecidas pela visita e convivência com nossas Irmãs Ângela, Pilar e Clarice, do Governo Geral. Ao vivenciar e ouvir a ressonância das irmãs da província, podemos afirmar que foi um tempo oportuno, de encontro, sinodalidade, partilha e comunhão, desde a nossa realidade e das conclusões capitulares, que nos animam a ampliar os nossos horizontes e um novo modo de compreender-nos e colaborar com outros e outras, em nossa missão comum na província e comunidades
