
Los días 23, 24, 25 y 26 de mayo ha tenido lugar en la Casa General, en Zaragoza, el encuentro de la Delegación General de Formación, al que han asistido las hermanas del Equipo general: Hna. Teresa Katumbu (Angola, DG, ) Hna. Asunción Codes (España, PTE); Hna. Isabel del Valle (España, PTE); Hna. Michelle Pavón (México,PTMX); Hna. Rose Porgo (Burkina Faso, DNDA); y Hna. Guadalupe Hoyos, Delegada general de formación, y las delegadas de formación de las provncias: Hna. Josefa Casinde (Angola, PNSR); Hna. Pilar García (México, PTMX); Hna. Rose Porgo (Burkina Faso, DNDA); Hna. Susana Alonso (Colombia, PTNSE); Hna. Teresa Iglesias (Nicaragua, PTNSP) y Hna. Teresa Gil (España, PTE). Las hermanas Alzira das Silva (Brasil, PNSA), Inés Barrozo (Uruguay, PSJ) y Ángeles Muñiz (Chile, PTMP) se conectaron en distintos momentos vía online ya que no pudieron asistir presencialmente al encuentro.
Los dos grandes objetivos de estos días eran, por un lado, establecer un diálogo, desde una dinámica de discernimiento en común, entre la realidad de cada una de las provincias, el propósito y misión de la delegación general de formación y el documento conclusivo del XVIII Capítulo general y, por otro, proyectar una planificación estratégica a cuatro años vista que especificara líneas guía, objetivos, acciones, recursos y una evaluación final. Han sido días de intensa convivencia y trabajo.
El plan de trabajo empezaba por generar un espacio sereno y alegre en el que poder conectar, generar comunidad y emprender un camino en conjunto poniendo el corazón en sintonía con el Espíritu de Jesús. Tras este primer paso, el segundo se centraba en contactar con la realidad de cada provincia para poder situar de una manera realista el momento en el que se encuentra la formación en cada lugar. A continuación, se pasó al discernimiento común, en donde se tuvieron en cuenta los desafíos de la vida religiosa de hoy y se miró con esperanza activa hacia un futuro que la Compañía siente que se ha de planificar de manera estratégica escuchándonos unas a otras… y al Otro. Esto llevó a una profunda reflexión sobre el propósito y misión de la Delegación general de formación del que se obtuvieron muchos frutos. Por último, se pudo profundizar en el documento capitular y, a la luz de este, se pudieron reconocer las posibilidades, caminos y desafíos que tiene actualmente la formación en la Compañía.
Compartimos algunas de las respuestas a las preguntas que les hicimos directamente a las hermanas que participaron en este encuentro:
- ¿Por qué es importante la formación en la Compañía?
“Carismáticamente la formación es un eje vertebral que configura nuestra identidad como teresianas, no entendemos nuestra vida sin un dinamismo activo que nos lleva a descubrir la voluntad de Dios y con lucidez podamos mirar cómo Dios nos mueve interiormente. La formación nos ayuda a permanecer en constante escucha de la palabra y la realidad para seguir a Jesús y responder con audacia a los desafíos que tenemos como Compañía.”
- ¿Qué retos movilizan en este momento presente al área de FORMACIÓN a nivel general?
- “Renovar, resignificar, revisar… nuestra identidad como Vida Religiosa e Iglesia sinodal en el s. XXI.
- “Identidad carismática en Familia Teresiana y entre hermanos/as y laicos/as.”
- “Acompañamiento y formación para acompañantes y formadoras.”
- “Formación inicial. Revisión y actualización de los procesos y la conexión entre las diferentes etapas.”
- ¿Qué ha significado el encuentro para las personas que han participado?
“Ha sido un tiempo profundo de encuentro, diálogo y discernimiento en común. Por medio de círculos de escucha hemos ido poco a poco ahondando en los desafíos que tenemos hoy como teresianas para cada vez más orientar nuestra vida a desencadenar procesos formativos que fortalezcan nuestro seguimiento como discípulas de Jesús.”
Unos días fructíferos que concluyen, sin duda, con la mirada puesta en un horizonte lleno de confianza.