
Al celebrar el día de la Vida Religiosa, tenemos la alegría de compartir esta noticia: comienza la andadura el NOVICIADO CONTINENTAL DE AMÉRICA.
Fue el día 20 de septiembre de 2022, cuando la hna. Asunción Codes, Coordinadora general, comunicaba que éste se abriría en Bogotá, Colombia. Entonces también agradeció el proceso de reflexión y discernimiento compartido, y la disponibilidad y generosidad de hermanas y provincias para constituir la comunidad formativa y facilitar todos lo necesario.
Aquella carta hoy ya es realidad, porque las hermanas Susana Alonso, formadora, Beatriz Herrera Olimpia Solórzano y Sandra Inés Hurtado llevaban tiempo preparándose como comunidad formativa para acoger la vida de las nueve jóvenes que, junto con ellas, formarán la comunidad del noviciado continental.
Todas las novicias habían hecho la entrada al noviciado en sus respectivas provincias; mientras, en Bogotá, las hermanas se preparaban con ilusión para acogerlas y disponían todo lo necesario de la casa.
Y así ha sido; el día 30 de enero llegó Carmen, procedente de Venezuela, y el día 31, a diferentes horas del día y de la noche, lo hicieron Rocío, Marly Dahiana, Yennifer y Paola Elisa de Paraguay, Rebeca, Rosa y Clara de Nicaragua, y Nayely Gabriela de México.
Podemos imaginar los nervios y la emoción de todas, los encuentros y abrazos, también la alegría de las hermanas que viven en la comunidad del Colegio de Bogotá que recibieron la visita de las jóvenes.
Estos primeros días serán días de ir conociendo y adaptándose, poco a poco, a la nueva realidad. También días para realizar los trámites legales en el país que las acoge y para inscribirse en el CER, Centro de Estudios de la Conferencia de Religiosos de Colombia.
Como Compañía damos gracias a Dios por el inicio del noviciado continental, porque sigue habiendo jóvenes que se sienten llamadas a seguir a Jesús como teresianas, porque creemos que las diferentes culturas enriquecen la vida y la formación, porque cuando hay un proyecto que es de Dios, se allanan las dificultades y se hace posible. De nuevo resuenan las palabras de Nuestro Padre: si es de Dios, saldrá adelante. Y sí, es de Dios.
Desde hoy ponemos a la comunidad formativa y a las novicias, en manos de San Enrique y Santa Teresa. Y en el día en que celebramos como un don la Vida Consagrada, agradecemos que, a través de ellas, nos llegue de nuevo la llamada de Jesús a seguirle como discípulas en comunidad.