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Carta de la Coordinadora general en el día de San Enrique

La hermana Ángela Cuadra escribe una carta para la Familia teresiana

27 de enero de 2024

Querida Familia Teresiana:

Un año más nos convoca San Enrique de Ossó, el hombre de Dios, a quien nos acercamos como padre y fundador, como maestro y catequista, como el gran apóstol teresiano apasionado por Jesús y sus intereses. En este día agradecemos y celebramos su vida, en cada lugar donde ha llegado su palabra y donde su deseo de “conocer y amar a Jesús y hacerle conocer y amar” se ha encarnado en diversidad de iniciativas, obras y proyectos que siguen inspirando respuestas evangélicas a los clamores de nuestros tiempos. ¡Celebremos y no nos cansemos de dar gracias por la vida de Nuestro Padre y por el gran regalo del carisma teresiano que hemos recibido!

En esta ocasión tengo la alegría de presentar, junto a esta carta, el Documento final del XVIII Capítulo General de la Compañía de Santa Teresa de Jesús, ya maquetado y traducido, y que hemos titulado “SOMOS CON OTROS Y OTRAS”.  En él presentamos el horizonte y la opción capitular que deseamos oriente y dinamice nuestra vida y misión: como Jesús, nos sentimos llamadas, a colaborar con otros y otras, para que este mundo, local y global, sea un lugar donde toda persona pueda ser feliz[1], donde todos, especialmente los más pequeños y vulnerables, puedan gozar de vida y vida en abundancia[2].

La nueva identidad comunitaria, el ser con otros y otras, la diversidad, la inclusión, juntos/as…, son palabras claves que nos han acompañado hasta discernir la opción capitular. En el documento que hoy enviamos, se simbolizan con dos bocadillos de cómic diferentes que se funden en lo común para crear lo nuevo. Desde la portada y como hilo conductor, se convierten en una declaración de intenciones para los próximos años. La sencillez en los dibujos y los colores suaves y luminosos quieren evocar la importancia del diálogo, la pluralidad, el encuentro, la unidad y la colaboración en un proyecto común al modo de Jesús.

Compartir con todos el HORIZONTE INSPIRADOR en el que se enmarca la opción capitular de la Compañía de Santa Teresa de Jesús nos compromete y nos orienta para seguir caminando juntos, hermanas y laicas/os, en los próximos ocho años. Somos invitados a hacerlo aprendiendo a vivir en interculturalidad, promoviendo un estilo sinodal en nuestras relaciones y en el modo de vivir el liderazgo; colaborando con otros/as en la búsqueda del bien común y en la construcción de una ciudadanía global. Somos conscientes de que no caminamos hacia una meta sino hacia un horizonte, de que se trata más de un “éxodo” que de una carrera de fondo, de un modo de ser y estar evangélico que de soluciones y respuestas cerradas, y de asumir, las contradicciones y el límite, con esperanza y reconciliación.

Escuchamos esta invitación del Espíritu, en tiempos de incertidumbre y complejidad. En muchos de nuestros países, la polarización política y la injusticia social cada vez más institucionalizada, parecen alejar la posibilidad de un mundo más justo, humano y digno para todos.  En este contexto, celebrar a Enrique de Ossó y honrar su vida, se convierte, para nosotros, Familia Teresiana, en una interpelación a recorrer el camino con esperanza y con la confianza puesta en el Amigo verdadero porque, como él nos dice, ¿quién de nosotros, por más que su alma sea de las más menguadas, no se animará a emprender un arduo negocio si contase con la segura protección de un amigo poderoso? ¿Y no lo ha prometido Dios, nuestro amigo verdadero, a los que confían en él, diciendo que mudarán en fortaleza; que cobrarán vuelo como el del águila y volarán sin cansancio y sin desmayo?[3]

Así que, seguimos escuchándole decir, “¡manos a la labor, que urge esta reforma en bien nuestro. Menos palabras y más obras; menos lamentos y más oraciones; menos quejas y tal vez murmuraciones del prójimo, y más enmienda de la propia vida y habremos dado un gran paso en la verdadera reforma social”.[4]

Qué Enrique de Ossó nos anime a ponernos manos a la obra y a vivir con la confianza puesta en Dios, para caminar juntos sosteniendo la esperanza.

Un abrazo de hermana,

Ángela Cuadra Cuadra, Coordinadora general

 

[1] “Un día Noemí dijo a su nuera Rut: Hija, mi deseo es procurarte un lugar donde seas feliz”. (Rut 3,1)

[2] Juan 10, 10

[3] RT Nº 5, febrero de 1873, pp.113-117

[4] RT Nº 232, enero de 1892, pp.81-83