El pasado martes 8 de abril se llevó a cabo la reunión bimestral de Delegadas de Educación, una reunión que estuvo dividida en dos partes.
La primera parte de la sesión se inició con un espacio de oración que conectó con el tiempo de la Cuaresma y, seguidamente, se compartieron las reflexiones sobre el documento previamente leído “Sinodalidad y misión”, de Simona Brambilla, SC. Este compartir fue muy enriquecedor e invitó a seguir dando pasos en el trabajo sinodal que está llevando a cabo la Compañía en las diferentes provincias, alentado por las palabras del Papa Francisco:
«El mundo en el que vivimos, y que estamos llamados a amar y servir también en sus contradicciones, exige de la Iglesia el fortalecimiento de las sinergias en todos los ámbitos de su misión. Precisamente el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio» (Discurso del 17 de octubre de 2015)
A través de las figuras de María e Isabel, de los discípulos de Emaús, de Pablo y de Lidia se plantearon algunas claves de lectura para poder identificar cómo es el acercamiento a otras culturas, a otras maneras de pensar, la manera de reaccionar ante las dificultades en el camino, cuáles son los diálogos que se van entablando y de qué modo se gestionan las diferencias y desavenencias.
En este fructífero diálogo se destacó el camino que se va haciendo en misión compartida con laicos y laicas en la escucha, el diálogo, el discernimiento, la participación y la toma de decisiones en cada una de las Provincias.
La segunda parte de la sesión contó con la presencia de algunos miembros del equipo general de educación y de Clarice Suchy, responsable de la PJVT. El objetivo fue presentar una primera propuesta para el encuentro presencial de los equipos de animación apostólica de las Provincias que se llevará a cabo en mayo de 2026. Se favoreció un espacio para expresa inquietudes, comentarios, reflexiones y preguntas que permitirán ir ajustando la propuesta y así dar a conocer próximamente el objetivo y cronograma de dicha reunión.
Agradecemos estos momentos que nos permiten seguir trabajando más y más por los intereses de Jesús.
