
En este año capitular, desde el mes de marzo y hasta julio, se están llevando a cabo diversos encuentros internacionales de los ámbitos de misión y voluntariado teresiano convocados por el Equipo general de misión con el fin de “generar redes para conversar, reflexionar y ofrecer aportaciones al Capítulo general”.
Todas las provincias de la Compañía y la Delegación Notre Dame d’Afrique han acogido la iniciativa y han respondido con entusiasmo, ya que más de 400 personas irán conectándose de forma virtual para reflexionar sobre el tema capitular desde la perspectiva de los diferentes ámbitos de misión y voluntariado teresiano.
Los encuentros quieren favorecer la elaboración de aportaciones al Capítulo general, pero también son una buenísima ocasión para generar redes y fortalecer la misión teresiana enriqueciendo lo local desde lo global y viceversa.
Los distintos encuentros han sido preparados por personas relacionadas con los ámbitos y los objetivos específicos de cada encuentro están relacionados con el tema capitular. En él, se formula que “en diálogo con la realidad del mundo”, y sin duda es una oportunidad que personas de los distintos lugares donde está la Compañía acerquen contextos y necesidades para generar y “recorrer en un camino de apertura” junto con el resto de participantes “una nueva conciencia de nuestra identidad comunitaria”.
El encuentro del ámbito de Pueblos originarios, campesinos y afrodescendientes tuvo lugar el día 21 marzo. Sin duda de la mano de estos pueblos nos llega mucha sabiduría para aportar al tema capitular. Uno de los fragmentos que trabajaron en el encuentro fue: “Vivir mejor es un concepto individualista, pues si alguien vive mejor ello implica que hay otro que vive peor. El Buen Vivir hace referencia a vivir en armonía, en equilibrio, es decir, respetando y asumiendo las diferencias, la diversidad, junto con las complementariedades. Se trata también de un vivir bonito, bello, implica una estrecha relación con la naturaleza, la que no es concebida como un banco inagotable de recursos, sino como la Pachamama, la Madre Tierra con la que están en indisoluble relación. Allí florece la vida con belleza y prodigalidad, allí crece el alimento, que a su vez exige de parte de los pueblos el cuidado, el respeto, la atención, el trabajo colectivo, la minga. En relación a la Pachamama se vive el cultivo y la crianza de los animales, así como la danza y la fiesta, todo supone respeto a ciclos naturales, y la sacralidad está presente en forma continua. Trabajo, culto y fiesta son inseparables”. (Ramos; 2015: 214).
El video que elaboraron al finalizar expresa la alegría del encuentro y la riqueza que desde este ámbito puede aportarse al tema capitular.
