
Tras la visita que ha realizado, nos comparte la Hna. María Rosa Castellanos, Delegada de formación:
“Del 17 al 31 de octubre he visitado el prenoviciado de la Delegación Notre Dame d’Afrique, en Abidján (Costa de Marfil), y el noviciado de Huambo (Angola) de la Provincia Nossa Senhora Rainha.
El motivo principal de la visita fue el de preparar, junto con las hermanas Josefa Casinde, formadora de novicias de la Provincia Nossa Senhora Rainha, y la formadora de prenovicias Rosa Porgo de la Delegación Notre Dame d’Afrique, la incorporación de las prenovicias de la Delegación, al noviciado de Huambo. De esta forma, se inicia la experiencia de un noviciado interprovincial en África que tiene en el horizonte la posibilidad de un noviciado continental africano, con toda la riqueza que supone la diversidad cultural y formar en una vida religiosa teresiana que quiere ser buena noticia en este continente.
La formación inicial de las hermanas -prenoviciado y noviciado- es de vital importancia, ya que en ella, con las condiciones, recursos y medios apropiados, cada persona inicia y se adentra en procesos relacionados con el conocimiento y aceptación propia, la profundización en la fe y vida de oración, la convivencia comunitaria y también, en experiencias apostólicas. Durante esos años, no es menos importante que la misma Compañía, en la persona de sus formadoras y otras hermanas cercanas, conviven con ellas y acompañan su proceso, para discernir al final del noviciado, si Dios las llama a ser teresianas.
Para favorecer este tiempo vital, y procurar los mejores medios, se da el paso de crear este noviciado interprovincial en el que se encontrarán hermanas de diversas culturas -Angola, Mozambique, Sao Tomé y Burkina Faso-, y en el que se hablará principalmente el portugués y el francés. Si Dios quiere, para enero 2022, un total de once jóvenes se encontrarán: cinco novicias de Angola, tres de Mozambique y tres de Burkina Faso.
Deseamos aprovechar la riqueza multicultural que se nos regala y hacer un camino de interculturalidad, en el que se reconozca, se valore, se respete y se acoja a cada persona y su cultura, en sus aspectos comunes y en los diferentes.
Reconocemos que es el Señor el que nos llama a seguirle y nos convoca en comunidad para anunciar la Buena noticia, especialmente en los países de África en los que estamos presentes. Haciendo el camino del noviciado teresiano interprovincial e intercultural, escuchamos y acogemos la invitación del Papa Francisco a realizar procesos de sinodalidad y a “caminar juntas”, a escuchar, dialogar, discernir y decidir sobre la mejor manera de vivir y compartir nuestro proyecto de vida religiosa teresiana, que quiere ser Buena noticia para el continente africano.
Durante los días de la visita, han sido muy importantes las reuniones con la comunidad del noviciado (comunidad formativa) en torno a su misión formativa para enfocar temas importantes, como el de la interculturalidad y sinodalidad que deseamos vivir en este ámbito de la vida.
Igualmente significativas, la participación de las hnas Coordinadora provincial de la PNRS y de la Delegada de NDA con los consejos, para avanzar todas a una y llegar a acuerdos claros que regulen la participación de cada organismo en la formación inicial del continente.
Agradezco a Dios y a las hermanas de cada lugar y comunidad donde he estado, la acogida, la delicadeza, la apertura, la confianza, en fin, esta experiencia compartida en África, continente en el que se palpan las consecuencias de la pandemia COVID-19 en la población más vulnerable, y en el que, como contraste, se genera tanta vida para el mundo, la Iglesia y la Compañía.”
Hna. María Rosa Castellanos stj , Delegada de Formación