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Curso Intensivo de Formación Integral de Nuevas Generaciones

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Las hermanas Angélica Hermenegildo, Christine Jarquin y Karen Burgalin nos envían unas palabras sobre cómo ha sido participar y compartir en el curso organizado por la Comisión de Nuevas Generaciones de la CLAR. Agradecemos su testimonio que ilumina y alegra nuestro caminar en tiempos de esperanza.

“Volver al primer amor” fue una de las grandes certezas de las religiosas y religiosos de Nuevas Generaciones que nos reunimos en Rionegro, Medellín del 20 al 28 de marzo. El curso intensivo organizado por la Comisión de Nuevas Generaciones de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) tenía como objetivo trabajar la madurez desde una perspectiva integral centrada en el seguimiento de Jesús. 

El encuentro estaba dirigido a todos los religiosos y religiosas con votos perpetuos hasta 10 años. Por parte de la Compañia de Santa Teresa de Jesús asistimos las hermanas Angélica Hermenegildo, de la Provincia Teresiana de México, Karen Burgalín y Christine Jarquín, de la Provincia Nuestra Señora de la Paz. También participaron otros religiosos y religiosas de 12 de congregaciones distintas. 

Como muy bien lo dice su nombre fue un curso intensivo donde a cada momento pudimos palpar el cuidado de la CLAR por organizar un espacio que realmente nos toca el corazón y nos invita a encontrarnos en el pozo con nuestro Señor para anunciar la Buena Noticia. El texto que iluminó el proceso de formación fue el encuentro de Jesús con la mujer Samaritana (Jn 4, 1-29. 41-42). Este pasaje acompañó la dinámica del curso llevándonos a un proceso de interiorización y de encuentro con la realidad con nuestros hermanos y hermanas en situación de vulnerabilidad. 

“Era cerca de medio día” La hermana Astrid Zapata, OC nos introdujo a reflexionar sobre nuestra misión, trabajo y proyectos en nuestra vida cotidiana desde nuestra dimensión humana afectiva. 

“Vete llama a tu marido y no vuelvas acá” El segundo día del curso estuvo a cargo de la hermana Alejandra Elbaba, HDSNJ, quien nos orientó hacía la Espiritualidad del Cuidado. Partimos de la metodología de la sabiduría del círculo vocacional que nos llevó a hacernos preguntas y reconocer como nuestras heridas, sombras y bloqueos pueden ser una posibilidad para el encuentro con Dios y con los más frágiles. 

“nunca volverás a tener sed” En el tercer día, la hermana Liliana Franco, ODN, trató toda la temática de la centralidad de Cristo en la Vida Religiosa. Ella poco a poco nos fue sumergiendo en la realidad contemplando los pies de tantas mujeres de nuestro mundo. La invitación que recibimos fue percibir a Dios con todos nuestros sentidos porque Dios siempre está aconteciendo en la historia. 

“En espíritu y en verdad” El cuarto día fue iluminado por la hermana Diana Herrera, OP, que nos mantuvo despiertas haciéndonos sentir-pensar el cómo estamos situados en los medios digitales. Fue un taller muy práctico donde realizamos campañas de comunicación para anunciar la buena noticia en el mundo digital. 

“Yo soy, el que habla contigo” El quinto día estuvo dirigido por Tanía Avila, teóloga laica, que nos invitaba a vivir una auténtica “Ecología Integral” que implica desaprender, aprender y reaprender. Experimentamos la presencia de Dios en la creación y cómo en todo momento se está comunicando. 

“Se maravillaron de que hablaron con una mujer” Este día fue encuentro con la realidad. Después de estar unos cuantos días recibiendo, llegó el tiempo de salir. Fuimos a distintos lugares de Medellín que nos hicieron descalzarnos y palpar el sufrimiento de tantos niños, niñas, mujeres y hombres en situación de vulnerabilidad. Estuvimos en la Comuna 13, un sitio que cuenta una historia de resiliencia y transformación; en el museo y santuario de las Lauritas, que nos hizo reflexionar sobre nuestras raíces y lo importante de la interculturalidad. 

Por la tarde, fuimos a la parroquia San Diego. Ahí nos dio la bienvenida el Padre Jairo Jirón, un hombre comprometido con su pueblo y en palabras del papá Francisco “con olor a oveja”. El padre Jairo nos hizo un recorrido por el barrio, llevándonos a dos hogares de Adultos Mayores y a un callejón donde están las personas en situación de calle. En esta experiencia se nos reveló el rostro de Dios en los más pequeños y excluidos. 

Agradecemos a la Compañía de Santa Teresa de Jesús por esta experiencia formativa que revitaliza nuestra vocación y nos impulsa a la misión cotidiana, haciendo nuestras las palabras de Santa Teresa de Jesús: “el amor nos hará apresurar los pasos”.

  • Fotografías del curso de la CLAR
  • Fotografías del curso de la CLAR