El Colegio Luso-Britânico de Elvas en Portugal ha cumplido el 17 de octubre sus 100 años durante los cuales tantas personas han entregado una parte de su vida para ayudar y educar a los niños y niñas de la ciudad. Para celebrar este centenario han realizado un vídeo junto con un himno recogiendo lo especial que supone pertenecer al colegio.
Para dar contexto el colegio se sitúa en Elvas, una ciudad que hace frontera con España a tan solo 11 km de Badajoz y 211 km de Lisboa, teniendo fuertes raíces militares con una población de unos 23.000 habitantes. Nuestro Colegio Luso-Británico es la única escuela católica en la ciudad.
Es bonito poder leer en redes testimonios como el de Inés, quien escribe con cariño en las redes del colegio:
Parabéns ao Colégio que me viu crescer. A mim e a tantas gerações. Que continuem a educar, ensinar e a transmitir os valores essenciais, que já ajudaram tantos e tantos a crescer. Parabéns a todos os docentes, não docentes e às queridas irmãs Teresianas que fizeram parte destes 100 anos. Continuação de muito sucesso!
Enhorabuena al colegio que me vio crecer. A mí y a tantas generaciones. Que sigan educando, enseñando y transmitiendo los valores esenciales, que ha ayudado a tantos y tantos a crecer. Enhorabuena a todos los docentes, no docentes y queridas hermanas teresianas que fueron parte del Colegio durante estos 100 años. ¡Que sigan mucho más!
Desde que empezara en el 1924 con 150 alumnos, el colegio ha pasado por muchas etapas en las que no han faltado las alegrías y la ilusión ni los retos o las dificultades. El propio colegio nos ofrece un resumen de su historia del que se vislumbra un proyecto entregado con la ciudad y confiado al mismo tiempo en el Señor. Ciudad que también ha sabido valorar el bien que ha supuesto el colegio ayudándolo en los momentos difíciles. Os dejamos el resumen de la historia del colegio que ofrece su web:
El Colegio Luso-Britânico de Elvas, Portugal, existe en esta ciudad desde 1924, más concretamente desde el 17 de octubre de ese mismo año.
Antes ya existía una Cooperativa de Educación gestionada por una junta de ingleses y portugueses, gente adinerada con fincas agrícolas en la zona, que buscaban una buena educación para sus hijos, tanto a nivel religioso como intelectual.
Fue en ese momento, el Arzobispo de la Diócesis de Évora, D. Manuel Mendes da Conceição Santos, quien había sido alumno nuestro en el Colegio de Torres Novas y quien, a pedido de la dirección de esa Cooperativa de Enseñanza, intercedió ante la Compañía de Santa Teresa de Jesús para enviar hermanas teresianas a Elvas para hacerse cargo de la cooperativa y fundar allí un colegio acorde con la espiritualidad y el valor educativo propios de los colegios de la Compañía.
Desde Barcelona, desde la “Casa Madre” de la Compañía, fueron enviadas hermanas portuguesas que, debido a la expulsión de órdenes religiosas, se habían ido a Brasil a las que posteriormente se les unieron otras hermanas españolas.
Debido a las circunstancias políticas de la época, las escuelas no podían tener nombres religiosos y la escuela tomó entonces el nombre de Luso-Britânico y las hermanas tampoco vestían hábitos religiosos.
Comenzó con alrededor de 150 alumnos, 30 de los cuales eran de educación primaria y el resto de otros niveles educativos impartían clases en ese momento.
La educación era privada/remunerada pero, desde el principio, la escuela tuvo inquietudes sociales y también quería integrar a niños y jóvenes de escasos recursos económicos.
Así, además de la educación remunerada, en la escuela existían dos proyectos pedagógicos más: la “Escuela Santa Teresinha” para la educación primaria para 30 niños necesitados y el asilo “Nuestra Señora de la Conceição” para la formación religiosa, corte, costura y bordado de jóvenes que, después de la escuela primaria, no tenían posibilidad de continuar sus estudios.
El Colegio funcionó en un antiguo edificio de la denominada Zona Tercera de Elvas hasta 1964. El número de estudiantes comenzó a crecer y también las exigencias de la educación. El edificio escolar comenzó a no ofrecer condiciones para una buena educación, faltando espacios para recreación, gimnasio, laboratorios y otras condiciones requeridas por los padres de familia y el Ministerio de Educación.
Por la falta de condiciones, las hermanas pensaron en abandonar el Colegio y marcharse de Elvas, pero la población y las entidades sociales del momento no lo permitieron. Con el apoyo del Ayuntamiento de Elvas se les proporcionó un terreno en el llamado “. Zona de Eiras”, extramuros de la ciudad, y con donaciones de algunas familias adineradas de Elvas y apoyo de la Compañía, en octubre de 1963 se colocó la primera piedra del edificio actual y también en octubre de 1964 se inauguró el Colegio en el edificio actual logrando buenas condiciones pedagógicas que permitieron, después de un tiempo, otorgarse el Paralelismo Pedagógico, es decir, que de ahora en adelante los estudiantes no tendrían que ser examinados en las escuelas públicas.
Además, la Fundación Calouste Gulbenkian también ofreció apoyo económico para la construcción de un gimnasio, con la condición de acoger un número de estudiantes gratuitos.
Hoy damos gracias por tantas vidas tocadas que han podido ver a Dios a través del servicio, la ayuda al prójimo y la compañía de otras personas.