
Del 31 de agosto al 5 de septiembre de 2022, ha tenido lugar la reunión presencial del nuevo Equipo de formación continental. Participaron las hermanas María Rosa Castellanos, Delegada general de formación, Alzira Da Silva, Provincia Nossa Senhora Aparecida, Clarice Suchy, Provincia Nuestra Señora de la Paz, Pilar García, Provincia Enrique de Ossó y Rosa Elena Cálcena, Provincia María Peregrina.
Dicen que un árbol se conoce por sus frutos, por eso, al acercarnos a esta noticia lo hacemos recogiendo algunas ideas que las hermanas compartían al finalizar la misma:
- Han sido días de reencuentro entre nosotras, de orar juntas y compartir sobre la formación y Vida religiosa. Valoramos muy positivamente que hayamos compartido con otras hermanas implicadas en la formación porque nos ha acercado a las necesidades de cada provincia y a las hermanas que acompañan.
- Poder pensar juntas, compartir necesidades, hacer la planificación ha sido de gran riqueza para todas.
- Estos días nos han permitido encontrarnos y pensar en cada hermana como un DON de Dios, una llamada a ser testigos de esperanza en nuestro mundo tan violento.
- Agradecemos los encuentros fraternos con las hermanas de la Ciudad de México.
- Estos días me ayudaron a estar en mayor sintonía con el proceso vocacional de cada hermana, y desde el sentido de pertenencia asumo el cuidado que Dios me confía en el crecimiento y respuesta vocacional de nuestras hermanas. (…)
El día 31 comenzaron el encuentro pidiendo al Espíritu Santo que las acompañara durante el trabajo y el encuentro. La agenda de cada día se centraba en diversos temas, pero lo primero fue dedicar un tiempo a conocerse mutuamente para sobre esa base ir formando equipo para llevar adelante la misión encomendada.
Un tiempo del encuentro se destinó a reflexionar acerca del documento que define la misión y funciones del Equipo continental para el trienio 2021-2024, con el fin de ir perfilando la planificación.
También hubo tiempo para encontrarse virtualmente con algunas de las hermanas que acompañan junioras en las Provincias de América, con el fin de escuchar sus necesidades y experiencias, y buscar juntas cómo ayudarse en esta misión. Otro día el equipo se encontró con algunas coordinadoras y algunos miembros de los equipos provinciales de formación, con la finalidad de establecer una relación de apoyo mutuo entre el Equipo continental y los Equipos provinciales. Después de compartir prioridades y objetivos de las planificaciones provinciales, manifestaron también áreas en las que puede apoyarse desde el Equipo continental; una de ellas es la de poner en contacto a hermanas que están directamente relacionadas con la formación de 3ª y 4ª edad.
Como no podía ser de otra manera, las hermanas dedicaron un tiempo a la autoformación, y para ello se centraron en el horizonte de la Vida consagrada en América Latina ofrecido por la CLAR para el periodo 2022-2025. Del compartir brotó aún más fuertemente el convencimiento de que “la verdadera reforma viene del encuentro con Jesús, al eco de su Palabra, en el aprendizaje de sus actitudes y criterios, en la asimilación de su estilo" y de los retos implica para la formación.
Los días en la ciudad de México también fueron una oportunidad para acercarse a distintas comunidades de hermanas teresianas, así como para disfrutar de la acogida de las hermanas de la comunidad del CIEST – Provincia Santa María de Guadalupe, que contribuyeron con su cercanía, cariño y detalles a que pudiera desarrollarse bien el encuentro. Y si la ciudad de México ofrece la oportunidad de encontrarse con bastantes hermanas, también les ofreció la posibilidad de visitar distintos lugares culturales e históricos. ¡Qué gran riqueza!
Los últimos días los dedicados a preparar la planificación del Equipo, planificación que fue naciendo no solo de la reflexión y el diálogo, sino también de la oración compartida y vidas puestas ante Jesús.
En el último momento, visitaron la Basílica de Guadalupe. Allí, bajo el manto de la Virgen, presentaron no solo su trabajo y la planificación, sino ante todo la vida y formación de las hermanas de América. Que la Virgen nos enseñe a todas a ir formando a Jesús en nuestro interior para que como Ella podamos entregar la buena noticia que Él vino a encarnar.