
¡Esperad y veréis grandes cosas!
Con esta frase de San Enrique de Ossó situamos esta noticia que quiere acercarnos a la realidad de las jóvenes de África que se sienten llamadas a seguir a Jesús en la Compañía de Santa Teresa de Jesús.
El primer tramo del camino, desde Costa de Marfil hasta Angola. Después de superar varias dificultades con temas relacionados a la documentación, las prenovicias de Delegación Notre Dame D’Afrique, viajaron para empezar el noviciado, a la Provincia Nossa Senhora Rainha.
Las tres prenovicias, nacidas en Burkina Faso, partieron de Côte d’Ivoire el 24 de enero rumbo a Angola. A su llegada al aeropuerto de Luanda (capital del país), las esperaba un grupo de hermanas para recibirlas efusiva y calurosamente, entregándolas como signo de bienvenida, un ramillete de flores a cada una. Luego las acompañaron a la Casa Provincial, donde otro grupo de hermanas y jóvenes aspirantes, las recibieron cantando y bailando a la entrada de la casa. ¡Todo sabía a bienvenida y alegría! Y así, felices, entraron en la capilla, donde después de cantar la Salve, pusieron las flores delante del altar en gesto de ofrenda.
Después de la celebración de la fiesta de Nuestro Padre, hicieron dos días de retiro, acompañadas por la Hna. Isabel Longwe, que vivió diez años en la Delegación; sin duda, poder hacer el retiro en francés, fue bueno para ellas. El día 30, acompañadas por tres hermanas del Equipo provincial comenzaron el segundo tramo, viajando a Huambo-Cacilhas, donde se encuentra la Casa Noviciado. De nuevo la alegría mutua acompañó el recibimiento, donde pudieron disfrutar de los gestos propios de acogida de la región: canciones, baile y bebida de maíz, hecha el mismo día.
Un día más tarde, fueron a una de las comunidades de Huambo, Vavayela. Allí, se juntaron con las dos prenovicias angolanas y las cinco juntas, por fin, tuvieron un encuentro como preparación de la entrada al Noviciado. La hermana Teresa Katumbu, responsable del Equipo provincial de formación, orientó este tiempo.
El 2 de febrero, día de la Presentación en el que se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, se celebró la ceremonia de entrada al Noviciado en Cacilhas – Huambo, a la que acudieron varias hermanas de las cuatro comunidades de la zona centro del país.
El sueño se ha hecho realidad, porque como nos decía Nuestro Padre: “esperad y veréis grandes cosas”. Sin duda él ha estado pendiente y ha ido allanando las dificultades, para que sus trece hijas africanas puedan continuar su proceso de formación, y si es voluntad de Dios, sigan a Jesús en la Compañía.
Las acompañamos con nuestra oración. El padre Enrique de Ossó, ¡ha hecho posible el “milagro”! Trece de sus hijas africanas están ahora en su proceso vocacional en la etapa del noviciado.
Bendice con amor a estas tus hijas, bendícelas, oh, ¡Padre Fundador!