
La tarde noche del 2 de diciembre, la puerta de la casa de Jesús-Tortosa se abrió muchas veces. Y cada vez que lo hacía, regalaba el saludo cariñoso y el encuentro de las hermanas que desde distintos lugares habían sido convocadas por el Gobierno de la Provincia Teresiana de Europa. La acogida del personal y de las hermanas de la casa, facilitó la llegada y toda la estancia de las casi sesenta hermanas que se reunieron.
A lo largo de este año, y hasta que se celebre el Capítulo general, se están convocando reuniones y asambleas que culminarán con los Capítulos provinciales en todas las provincias de la Compañía; aunque algunos de los temas tratados coincidan, sin duda, una de las riquezas de tanto encuentro, es que las personas que se reúnen ponen el matiz que nace de su ser y experiencia, del contexto, de sus inquietudes, de las dificultades y posibilidades.
Como en todas las reuniones, siempre hay detrás personas que lo preparan con mimo y esfuerzo, esta vez el Gobierno provincial, pero tan importante como la preparación, es la acogida y actitud de las personas que asisten, y durante estos días, se percibía el deseo de aportar y colaborar de cada hermana. Y este deseo de sumar, se respiró en la cercanía de todas, en los saludos, incluso de algunas que no se conocían, en las conversaciones en los pasillos y comedores, en la dinámica de inicio que conectó con el momento ya lejano de entrada a la Compañía, o con la alegría en la velada festiva que hubo la noche del sábado.
La convocatoria, dentro de lo planificado para el año capitular, se dirigió a las setenta y nueve hermanas de la Provincia menores de 65 años de España, Italia y Portugal, con la finalidad de propiciar entre ellas, y con la presencia y acompañamiento del Gobierno provincial, la reflexión, oración y diálogo sobre dos bloques de trabajo: la evaluación del Modelo Organizativo de la Provincia, y algunos temas propuestos para la reflexión del tema capitular. Durante la reunión se recordó a las hermanas que por distintas circunstancias no pudieron estar presentes.
A diferencia de buena parte de las Provincias de América que han vivido durante este sexenio el proceso de reorganización, en el año 2017, a partir de las seis provincias de Europa, se constituyó la Provincia Teresiana de Europa. Por eso, después de unos años, se está dando participación para valorar desde la experiencia el Modelo Organizativo que se diseñó antes de iniciarse la Provincia. El acercamiento a lo vivido con una mirada apreciativa, queriendo acoger lo caminado, para dar alguna pequeña luz, que unida a otras muchas, pueda ayudar a diseñar una organización que responda a las necesidades y posibilidades actuales de la Provincia.
El otro bloque se centró en algunos de los temas propuestos para reflexionar en este año capitular. En concreto, Ciudadanía Global, Sinodalidad y Jóvenes. Ayudadas por los materiales preparados por la comisión, y en un clima de oración, reflexión y diálogo, se fue compartiendo en pequeños grupos para posteriormente hacerlo en la asamblea en un clima de acogida y escucha. En el compartir mucha sintonía y coincidencia en la necesidad de caminar con otros y otras, una necesidad que no sabía a carencia, sino a oportunidad para acoger y para entregar, para salir de nosotras mismas y aprender de y con otros, valorando también los dones que Dios ha regalado a cada hermana y como Provincia, dones compartidos con muchos laicos y laicas.
En el encuentro, las oraciones preparadas fueron un regalo que ayudaron a sintonizar con el Espíritu, con el resto de la Compañía y entre las hermanas. Ensanchar la tienda, reconocer panes y peces, y descubrir en tantos gestos y momentos que hay mucha vida que agradecer y compartir.
La Eucaristía final se vivió con el corazón profundamente agradecido. Allí, en la capilla de Tortosa, junto a San Enrique de Ossó, con las hermanas de la comunidad, muchas muy mayores, hermanas que han entregado la vida en la Compañía y que miraban con esperanza al gran grupo que escandalosas se preparaban para la foto final.
Justo para celebrar la Eucaristía llegó la hna. Asunción Codes, Coordinadora general, y así, con ella, con las hermanas del Gobierno provincial, con las que sostienen en esa casa tan querida la vida y misión con su oración, y con las que habían viajado y volverían a los distintos lugares, terminó el encuentro físico, pero no la experiencia compartida como hermanas y Provincia. Una experiencia que propició no solo el trabajo necesario, sino también ese experimentar que lo que se piensa, se siente, se intuye, se ensancha, enriquece y multiplica en el encuentro con las hermanas.