Pasar al contenido principal

La economía al servicio del Reino

Árbol con raíces y hojas

Del 15 al 18 de julio el Gobierno general se reunió  en Zaragoza con la ecónoma general para aprobar el cierre de cuentas anual. Podría parecer que esta se trata de una reunión meramente burocrática, de las que toca hacer porque no queda más remedio. Las Constituciones de la Compañía, sin embargo, arrojan luz en torno a todos los aspectos de la vida, incluído el económico. El dinero, como todo, es un arma de doble filo. En función de cómo se utilice podrá ayudar o interferir en la construcción del Reino. Basándonos en el capítulo 10, dedicado a la economía, hemos querido que la ecónoma general, la hermana Cristina Elgorriaga, nos dijera en primera persona cómo ha vivido ella esta reunión que fue mucho más que un intercambio de cifras, números y estadísticas. 

CAPÍTULO 10 DE LAS CONSTITUCIONES , NÚMERO 129.

“Nuestra opción de seguir a Jesús que se hizo pobre y vino a anunciar la buena nueva a los pobres se manifiesta también en el modo de situarnos en relación con los bienes económicos. La injusta distribución de la riqueza en el mundo y las ideologías que la justifican nos interpelan y exigen una actitud crítica y profética. Discernimos de qué modo adquirimos los bienes, cómo los administramos y compartimos y qué uso hacemos de ellos para que estén al servicio del Reino”

PALABRAS DE LA ECÓNOMA GENERAL.

En estos días, se ha llevado a cabo la aprobación del cierre de cuentas del año 2023 de las ocho Provincias y la Delegación Notre Dame D’Afrique de la Compañía de Santa Teresa de Jesús. Este proceso, iniciado en cada una de las Provincias, ha culminado con la elaboración de un informe que presenta los hechos más relevantes que han marcado la economía de cada una y es aprobado por el Gobierno General. El informe de las provincias no solo recoge cifras, sino también el trabajo, la dedicación, los éxitos y fracasos de las hermanas y los laicos y laicas que colaboran con la Compañía. Su labor es fundamental para hacer posible la vida y misión de la Compañía en las diferentes realidades en las que estamos presentes.

Agradecemos a todas las personas implicadas en esta preciosa labor, quienes eligen estar allí donde más peligran los intereses de Jesús, viviendo con los ojos y el corazón abiertos a los que sufren, “creyendo en el potencial transformador de la educación y en su capacidad de generar caminos de humanización, abrir horizontes de sentido y encuentro con el Dios que se encarna y nos revela la profunda dignidad y hermosura de cada persona y cada pueblo.” (PET)

Reconocemos la solidaridad entre las provincias, las comunidades y las obras. Se ha puesto de manifiesto cómo se comparten los recursos y bienes materiales, el esfuerzo humano y el uso de estos bienes para atender a las necesidades de hoy, siempre en fidelidad al carisma de la Compañía. Nos alegra estar presentes en 22 países, trabajando en diversos campos como la educación en escuelas, parroquias, en red con otras instituciones, acompañando a mujeres en situación de vulnerabilidad, entre otros. Además, algunas ONGD han sido clave para sostener los lugares donde hay más necesidad, ayudándonos a continuar nuestra labor en favor de las personas y situaciones más vulnerables.

La aprobación del cierre de cuentas de 2023 no solo es un acto administrativo, sino un reflejo de la dedicación y el compromiso de todas las que formamos parte de la Compañía y de laicas y laicos que, de algún modo, están vinculados a ella a través de su carisma y misión. Agradecemos el esfuerzo y les animamos a seguir caminando juntos y juntas tejiendo redes allí donde hay más necesidad de extender el conocimiento de Jesús y generar más vida.

Pedimos que la Compañía siga apostando por una economía discernida y rezada que nos comprometa a contribuir  a paliar la injusta distribución de la riqueza en el mundo y nos permita estar junto a los que más sufren.