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Hermanas y compañeras de camino - Encuentro Nuevas generaciones

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Las hermanas reunidas en Bogotá nos comparten lo que ha significado para ellas vivir juntas estos días de agradecimiento y reflexión.

Bajo el lema “Hermanas y compañeras de camino” nos encontramos en Bogotá, del 10 al 18 de enero, un grupo de 17 hermanas que pertenecemos al grupo de Nuevas Generaciones. La diversidad nos acompaña desde el recorrido que cada una vamos haciendo personalmente y desde nuestro lugar de procedencia: Provincia Teresiana Nossa Senhora Aparecida, de Europa, María Peregrina, de México, Nuestra Señora de la Paz y Nuestra Señora de la Esperanza. Nos acompaña en este encuentro nuestra hermana Rosa Elena Cálcena, miembro del Equipo Continental de Formación de América.

Agradecemos esta posibilidad que nos regala la Compañía para seguir fortaleciendo nuestros vínculos y desde este agradecimiento compartimos lo que han significado estos días para nosotras.

...para ofrecernos EL PAN: “De otro pan no tengáis cuidado las que muy de veras os habéis dejado en la voluntad de Dios.” (Camino de Perfección 34,4.) Y eso empezamos haciendo: compartimos nuestra vida como pan, el recorrido que hemos ido haciendo cada una desde “nuestro último tiempo”. Fue un tiempo y un espacio de encuentro profundo y de regalarnos unas a otras el propio “andar en verdad”.

...para ofrecernos EL ACEITE: “Es una oliva preciosa la santa cruz, que con su aceite nos unta y nos da luz.” (Poesía La Cruz - Santa Teresa de Jesús). Ese aceite hoy nos llega a través de nuestro acercamiento al Horizonte inspirador y esa espiritualidad conectada con la Fuente y con sentido de misión. Compartimos nuestra relación con Dios y nuestra mirada a los dolores y gritos de nuestro mundo. Terminamos nuestro día agradeciendo y uniéndonos en la celebración de un ágape en clave femenina, un tiempo y espacio lleno de sentido desde nuestro ser de mujeres creyentes.

...para ofrecernos LA ESENCIA: “Está su Majestad tan junto y unido con la esencia del alma.” (V Moradas 1,5)

Para reconectarnos con nuestra esencia iniciamos el día con un tiempo largo de contemplación en el entorno privilegiado que nos ofrece la casa que nos acoge. Esa esencia nos vincula con nuestra vocación, con nuestro nombre, y desde ahí, junto con la esencia que descubrimos en nuestro carisma, ofrecemos nuestra respuesta a los gritos del mundo que reconocíamos el día anterior. La acción de gracias por lo vivido se selló con la eucaristía.

...para ofrecernos EL AGUA”: “Viene el agua de su mismo nacimiento, que es Dios, y así como Su Majestad quiere, produce grandísima paz y quietud y suavidad en lo muy interior de nosotras mismas” (Moradas 2,4) Y después de una experiencia de camino donde tocamos nuestras fortalezas y fragilidades contando las unas con las otras en un sentido fuerte de hermanas, descubrimos y disfrutamos del agua que se nos regalaba en forma de cascada en “El salto de las monjas”. Hasta el nombre del lugar dio de sí para la relectura personal y comunitaria que hicimos de lo vivido en ese día.

... para ofrecernos EL VINO: “Grande es, Esposo mío, esta merced, sabroso convite, precioso vino me dais, que con sola una gota me hace olvidar de todo lo criado y salir de las criaturas y de mí.” (Conceptos del amor de Dios 4,6). Agradecemos a nuestra hermana Carmen Patricia Castilla su iluminación sobre la Educación Teresiana desde la experiencia, contagió su pasión enraizada en la pasión de Enrique y en el llamado que hoy la realidad nos hace. Una educación como acto de esperanza y transformadora. Cerramos la tarde con el compartir de nuestra hermana Sandra Inés Hurtado sobre la realidad de Colombia. Nos posibilitó abrir la mirada y el corazón a la situación que viven las personas afrocolombianas y al proceso de reconciliación y paz a partir de la violencia histórica. Fue precioso terminar este tiempo con una oración donde fuimos

...para ofrecernos LA MOCHILA: “...se comenzó a aparejar para el camino.” (Fundaciones 24,5). Y para ello se nos invitaba a contemplar la vida observando, percibiendo, escuchando y acogiendo. Sí, la mochila se llenó de una experiencia profunda de estar ante tierra sagrada, una tierra sagrada que tenía el nombre de Centro comunitario Santa Teresa, en Soacha, y unos nombres propios encarnados en Yuri Casallas, Vanessa Casas y Elisenia Martínez. Solo podemos agradecer la experiencia que nos regalaron.

...para ofrecernos LA CASA: “Deje de andar por casas ajenas, pues la suya es tan llena de bienes... en especial teniendo tal huésped.” (II Moradas 4.). Una casa, Iglesia, que reconocemos nuestra, con sus luces y sombras, con una llamada fuerte al modo sinodal. Agradecemos a Mauricio López la iluminación desde su propia experiencia, una experiencia rica y de largo recorrido, nos regaló claves para situarnos en este proceso. Terminamos la tarde entrenándonos en la conversación espiritual, tratando de poner nombre a esos movimientos que como Nuevas Generaciones sentimos que podemos asumir para avanzar en el proceso sinodal. Fue precioso acabar la última conversación espiritual reconociendo el deseo de cuidar el vínculo entre nosotras e identificando medios posibles para ello.

...para ofrecernos EL PERFUME: “Entiende una fragancia como si en aquel hondón interior estuviese un brasero adonde se echasen olorosos perfumes.” (IV Moradas 2,6). Vamos cerrando la vivencia de estos días con una mañana de retiro, invitadas a contemplar lo vivido y descubrir ahí la Presencia y la Palabra de Dios: “Lo que bulle en mi interior”. Poníamos nombre a lo que cada una ha ido descubriendo como novedad, a las luces personales y generacionales que nos llevamos para continuar el camino y a las invitaciones para esta etapa concreta de nuestro seguimiento a Jesús. Acogimos el compartir de cada hermana convencidas del paso de Dios por cada una.

“¡Oh grandeza de Dios! ¡Y cómo mostráis vuestro poder en dar osadía a una hormiga! ¡Y cómo, Señor mío, no queda por Vos el no hacer grandes obras los que os aman, sino por nuestra cobardía y pusilanimidad! Como nunca nos determinamos, sino llenos de mil temores y prudencias humanas, así, Dios mío, no obráis Vos vuestras maravillas y grandezas.” (Fundaciones 2,7).

Agradecemos el saludo y el breve encuentro online con nuestras hermanas del Gobierno General, acogemos su invitación a seguir caminando y ofreciendo nuestras inquietudes a la Compañía. En estos días ha sido bonito también el poder compartir algunos tiempos y espacios con las novicias y la eucaristía con las hermanas y personas del sector que se unen a ella. En las noches, después de la cena hemos acogido la riqueza de cada país a través de la cultura, las fiestas, la música y la gastronomía; el acercamiento a la ciudad de Bogotá nos permitió también conocer otra realidad. Hemos disfrutado de tiempos distendidos que también fortalecen nuestro vínculo de hermanas y compañeras de camino. ¡Hasta celebración de un cumpleaños hemos tenido! Terminamos con un GRACIAS a tantas personas que han hecho posible este Encuentro, ¡gracias de corazón!

  • Hermanas del grupo Nuevas generaciones en Bogotá
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