
Cien años, exactamente 101, son muchos recuerdos y vivencias, muchas personas, proyectos, inquietudes y apuestas, entreverados con algún fracaso y desilusión. Mucha VIDA, muchas vidas. Las vidas entregadas por muchas Hermanas teresianas en de Asturias, al norte de España. Un lugar verde, de montaña y mar, con habitantes hospitalarios y luchadores, acostumbrados a plantar cara a las adversidades de la mina y del mar, de la industria y del declive de la misma. Gente creativa y de recursos.
Quizá podamos sacar alguna moraleja de celebrar 101 años, pues los avatares de la pandemia no han permitido recordar exactamente los 100 años. En octubre de 2020 las condiciones sanitarias eran complejas y no era posible reunir a muchas personas. En el colegio se recordó esa fecha dando a conocer el logo, y con unos vídeos en los que se hacía historia de este tiempo. Muchas personas iban recordando caras, nombres, tanto de hermanas como de antiguos alumnos y diferentes profesores. Algunas sonreían al ver las fotos, recordar personas, historias y anécdotas vividas; quien ya no está, quien enfermó, quien está fuera de Asturias, quien…
Distintos uniformes, distintas modas y peinados. Fotos en blanco y negro, en sepia y en color; en formato papel y en digital. Las informaciones aparecidas en la prensa regional y en redes sociales. Todo ello habla de los diferentes momentos de esta historia.
La moraleja puede ser que la paciencia todo lo alcanza, que hay que ser fuertes en la adversidad y mantener el ánimo y la constancia en las tareas cuando las circunstancias no vienen como desearíamos. Que, si nos organizamos, como insistía Enrique de Ossó, las cosas van saliendo adelante.
Así vivimos el curso pasado. Al iniciar este, ya no se podía posponer más la celebración. Ahora sí tocaba, aunque de manera sencilla todavía, CELEBRAR, y lo hicimos el día 15 de octubre, fiesta de Santa Teresa de Jesús.
Nos reunimos en la catedral metropolitana de Oviedo, que celebró el 13 de octubre 1200 años de existencia. Primero, un concierto dirigido por D. David Colado al que recodamos del concierto en el V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús, en 2015 en Ávila. Participaron la Banda Sinfónica Juvenil del Principado de Asturias y el coro del Centenario de la de la Familia Teresiana en Asturias. El repertorio estaba cuidadosamente elegido:
- Baba Yetu (Padre Nuestro), Cristopher Tin, BSJPA
- Kyrie (Misa Godspel), Jacob de Hasán, Coro y BSJPA
- Pacen, Lee Dengler, Coro
- Sanctus (Misa Godsped), Jacob de Haan, Coro y BSJPA
- Hallelujah, Leonard Cohen, Coro y BSJPA
A continuación, tuvo lugar la celebración de la Eucaristía presidida por el capellán de la comunidad y del colegio, D. José María Hevia, acompañado de dos sacerdotes y un diácono. Cantó un coro formado por setenta y dos alumnos.
Muchas más personas hubieran deseado asistir, pero se siguieron las pautas de aforo marcadas al organizar el evento.
Terminamos la tarde con un vino español, ese sí de aforo reducido.
GRACIAS POR ESTOS AÑOS, por todo lo recibido y compartido en Asturias a través de las hermanas de la Compañía y su presencia en las diferentes realidades: Oviedo, Luarca, Facultad de Educación P. Enrique de Ossó y Mieres. De todas ellas, en este momento solo hay presencia en Oviedo, donde invitamos a la Familia Teresiana a recoger el testigo para que se mantenga viva la llama de la la obra de Enrique de Ossó y su deseo de seguir al Jesús al estilo de Teresa.
Hna. Marta Suárez stj
Testimonios para celebrar y agradecer:
SABIDURÍA EN MI VIDA
Mi aventura teresiana comenzó un 16 de octubre de 1963, día de mi nacimiento, nací el mismo día de San Enrique de Ossó, así que ya comencé involuntariamente el acercamiento. De niña fui alumna en el colegio de González Besada, el cuarto de hora de oración, el coro, los amigos de Jesús, el MTA, los viajes a Ávila....Y también soy sobrina de tres hermanas teresianas, madres las llamábamos nosotras. En la misa del centenario, en la catedral, Chema, el sacerdote, comenzó la homilía con la palabra "sabiduría". Recuerdo que de pequeña, en una actividad en el colegio, debíamos coger un papelito de una bolsa y nos tocaba un don del Espíritu Santo. Cuando a mí me tocó la sabiduría no sabía qué hacer con "ella". ¿Por qué a mí me tocaba algo tan difícil de explicar y tan ajeno a mí? Con el tiempo he recordado aquel sentimiento en varias ocasiones, porque he perseguido y persigo acercarme y conseguir un poco de eso que "me tocó" de niña, la sabiduría. La presencia de mis tías teresianas en mi vida ha sido fundamental: su vida, su ejemplo, su forma de ser. La dulzura de mi tía Joaquina que vivió, murió y quiso quedarse para siempre en México, dónde la fui a ver a ella y a tía Ana. Tía Ana, que recaló como profesora y secretaría en Oviedo, cuando yo estudiaba, era trabajadora incansable, viajera, intelectual; le encantaba aprender. A tía Juliana la fui a ver a Roma, era pícara y alegre. Las tres y el espíritu del colegio en general, han dejado una huella permanente en mí, en mi forma de ser y de entender la vida. Pero esta aventura aún no ha terminado: Ahora tengo una niña en el colegio en el Naranco. Y ojalá ella sienta y retenga aunque sólo sea un poco de lo que yo recibí. Sigo viviendo esta experiencia por y con ella.
(Maite Herrero Martín - Antigua Alumna y madre de alumna)
LA SEMILLA GERMINÓ Y DIO FRUTOS. 1920-2020
Volver la mirada atrás es recordar personas, acontecimientos, experiencias..., cien años que han dejado huella en la vida de la ciudad de Oviedo.
El colegio de Santa Teresa de Jesús se viste de fiesta para celebrar, compartir y homenajear a todas esas personas que han hecho posible que aquella pequeña semilla, gracias al cultivo esmerado de muchos, haya echado fuertes raíces, asentadas en principios humanos y cristianos sólidos. Muestra de ello son los cientos de hombres y mujeres profesionales que se abren paso en la vida y dan sus frutos transformados en vida plena.
Será un gran reto para las nuevas generaciones dar continuidad a esta tarea de SEMBRAR Y RECOGER.
(Ceferina Villar - fue profesora y directora de primaria del colegio, madre de alumnos, abuela de alumnos, y en la actualidad miembro del Patronato de la Fundación Escuela Teresiana)
LA VIDA SE HA ABIERTO PASO Y DA FRUTO
Volver la mirada atrás es recordar personas, acontecimientos, experiencias..., cien años que han dejado huella en la vida de la ciudad de Oviedo.
El colegio de Santa Teresa de Jesús se viste de fiesta para celebrar, compartir y homenajear a todas esas personas que han hecho posible que aquella pequeña semilla, gracias al cultivo esmerado de muchos, haya echado fuertes raíces, asentadas en principios humanos y cristianos sólidos. Muestra de ello son los cientos de hombres y mujeres profesionales que se abren paso en la vida y dan sus frutos transformados en vida plena.
Será un gran reto para las nuevas generaciones dar continuidad a esta tarea de SEMBRAR Y RECOGER.
(Reyes Martín - antigua alumna, profesora del colegio y madre de alumnos)