
Del 1 al 11 de marzo las hermanas del Equipo General Clarice Suchy y Teresa Katumbu estuvieron ambas en Colombia. Del 11 al 17 de marzo se separaron y Clarice viajó a Ecuador mientras que Teresa permaneció en Bogotá. Un viaje largo e intenso que tuvo como objetivo “acercarnos y conocer la realidad de los distintos lugares de Colombia y Ecuador, así como la misión que está llevando la Compañía en estos lugares. Queremos conocer a las hermanas y estar presentes en las distintas comunidades de estos países”
En Colombia estuvieron visitando varias comunidades y obras sociales. Tuvieron oportunidad de compartir vida y misión con las hermanas, personal docente y alumnos del Colegio Teresiano Reina del Carmelo en Aguachica. También visitaron el noviciado continental, un espacio lleno de esperanza y Vida, con mayúscula. En las obras sociales de San Enrique, en La Mariposa, así como en las obras sociales Jesús Maestro en Santa Viviana y Santa Teresa en Soacha pudieron conocer a los niños y a los voluntarios, con quienes compartieron inquietudes e ilusiones. En el colegio Teresiano de Envigado y en el Colegio Teresiano Nuestra Señora de la Candelaria se reunieron con los equipos de gestión, conocieron al alumnado y equipos docentes, y visitaron las comunidades. Por último, conocieron la Casa de Convivencia en Bogotá, donde pudieron conversar con el personal de servicios generales y el equipo administrativo.
A partir del día 11 de marzo, la hermana Teresa Katumbú permaneció en Colombia terminando de hacer las visitas y la hermana Clarice Suchy viajó a Sucumbos, en Ecuador. Allí visitó la comunidad y conoció la misión pastoral en algunas de las comunidades atendidas por las hermanas, como la de La Amarilla o la de Puerto Libre. Además, visitó la Federación de Mujeres en Lago Agrio, lugar en el que trabaja la hermana Maria Luz Caballero. El viaje concluyó con la visita al ISTEC (Instituto Superior Tecnológico Crecermas) en Santa Cecilia, Lago Agrio, donde trabaja la hermana Maria Dolores Mora. La hermana Clarice pudo reunirse con el Director.
El 17 de marzo, una desde Ecuador y la otra desde Colombia, pero ambas partían de nuevo hacia España. Lo hacían con el corazón agradecido después de comprobar la calidez humana y espiritual que transmiten las comunidades visitadas, en las que la fe, la confianza, la oración, el compromiso y la alegría constituyen el núcleo de la vida y la misión. Las hermanas se esfuerzan por vivir la llamada del documento capitular, y muestran un gran interés por caminar con otros y otras en espíritu de sinodalidad, abriéndose a lo “inter”, contando con otras organizaciones y religiosas en las obras sociales. Se percibe el compromiso de los laicos así como el olor del carisma tanto en las obras sociales como en los colegios. En Ecuador destaca de manera especial la preocupación y el compromiso con el pueblo de la Amazonía.
Preguntamos a Clarice y a Teresa sobre los frutos de esta visita:
“¡ Son muchos! Un mayor conocimiento del impacto de las obras que nos permitió comprender de manera más profunda cómo la misión educativa de las hermanas en esta provincia transforma vidas y comunidades. Percibimos el compromiso de las hermanas y laicos con los niños y con la gente necesitada; el sentido de solidaridad y pertenencia que trabajan en los colegios, el trabajo con otros/as en la misión, la vida entregada de hermanas que ya están jubiladas, pero continúan sirviendo en la misión…
Hemos fortalecido las relaciones y vínculos con las hermanas que hemos conocido durante la visita y que forman parte de este apasionante proyecto común que inició Enrique de Ossó. Hemos tenido encuentros personales muy enriquecedores con hermanas que nos han ayudado a conocer algo de sus desafios, logros y necesidades. Hemos vivido con fuerza algunos momentos orantes y de convivencia que nos han empujado y dado fuerzas para seguir este camino llenas de alegría.”
¡Damos gracias a Dios por todo lo vivido durante estos días y agradecemos de manera especial Su presencia viva y tangible entre los rostros de tantas personas como hemos conocido!