
Los próximos días 13 y 15 de agosto la CLAR celebra el Congreso Virtual Continental de Vida Religiosa bajo el tema “Hacia una Vida Religiosa Intercongregacional, Intercultural e Itinerante”, y con un lema que es también una convicción: ¡Ya es hora de la sinodalidad!
Entre las diversas actividades está previsto un Taller sobre sinodalidad, y en él se presentarán tres experiencias. Como Compañía, nos alegramos profundamente al conocer, que una de las seleccionadas por la CLAR, ha sido el proceso de reelaboración de nuestras Constituciones como un modelo significativo en la Vida Religiosa. Cuando este proceso se llevó a cabo, desde el año 1999 hasta el año 2005, las palabras que nos acompañaron y motivaron eran participación, corresponsabilidad, diálogo… Hoy podemos releer la experiencia como un ejercicio de la sinodalidad en la Vida Religiosa.
En el volumen I de a Historia de la Compañía, p.553 podemos leer: “Para llevar a cabo la motivación, los planteamientos, la metodología y el contenido de las nuevas Constituciones, el gobierno general nombró un equipo formado por las hermanas Mª del Pilar Feliú, como coordinadora, Pilar Rodríguez Briz, Cristina Robaina, Mª Jesús Arcos y Fátima Kavate. Dejaba abierto que otras hermanas pudieran, más adelante, formar parte del grupo. La hermana Carmen Melchor sería asesora en cuestiones de carisma y la consejera Ana Mª Torra haría de enlace entre el equipo y el gobierno general”. Efectivamente, en el transcurso del trabajo y del tiempo fueron dándose cambios, y se incorporaron las hermanas Mª José Guardiola y Juliana Wandi. Por ello la dinamización del taller que llevará a cabo Cristina Robaina, será a partir de la experiencia vivida durante aquellos años.
Celebramos y damos gracias a Dios por esta posibilidad de estar presentes en el Congreso de la CLAR, por el proceso que vivió la Compañía y que tantas hermanas recordamos como parte de nuestra historia y presencia cierta del Espíritu en nuestra congregación. Y nos alegra que Cristina pueda compartir la experiencia y que sea fuente de inspiración para otras congregaciones en estos tiempos, en los que como Vida Consagrada estamos urgidas y desafiadas a buscar respuestas nuevas vividas en sinodalidad.
