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Un paso más de las Prov. Cristo Rey y San Francisco de Sales

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“Buscamos esos nuevos modos de relacionarnos, de organizarnos y de multiplicar la vida que  ya existe y la fuerza apostólica que la Compañía quiere seguir ofreciendo para el mundo de hoy.”  (XVII Capítulo General)

Nos situamos en mayo del 2019, en Santiago de Chile. Allí se celebró la reunión que tenía como objetivo tratar el proceso de Reorganización de América. Tras el encuentro, la hna. Asunción Codes escribió una carta en la que compartía el proceso que estaban viviendo con los equipos provinciales y continentales. El horizonte planteado era caminar hacia una provincia única, pero en lo vivido, decía Asunción, “reconocemos que hemos sido conducidas en este proceso de discernimiento y hemos querido obedecer a lo que ha ido sucediendo entre nosotras[1]. Este “suceder” fue indicando que no era el momento de crear una provincia única, pero sí de dar los pasos posibles entre “las provincias que estaban en condición de unirse y que lo habían manifestado en diversos momentos y durante la reunión”[2].

Así pues, aunque cambió el rumbo, no lo hizo el fin, ya que se apostó por vivir un proceso que ayudara a unir fuerzas y recursos para vivir la misión con una visión continental, en el que el Equipo general, las Coordinadoras provinciales, los Equipos continentales y la Comisión de reorganización fueran dando los pasos necesarios y cuidaran el sentido y la mística del proceso. Asunción compartía tras la reunión, que lo vivido “nos compromete a construir juntas el futuro de un proyecto soñado desde el amor apostólico que caracterizó a Nuestro Padre.[3]

A partir de entonces, se iniciaron tres procesos que agruparon a las siguientes provincias:

  • Agrupación San Francisco de Sales y Cristo Rey
  • Arupación Virgen del Carmen y Virgen de Caacupé
  • Agrupación Virgen de Coromoto, Corazón de María, Bolivia y Ecuador.

Hoy nos acercamos a la primera de ellas, a la agrupación de San Francisco de Sales (USA) y Cristo Rey (Costa Rica, Cuba y Nicaragua).

En enero de 2020, las hermanas Ángela Cuadra y Domingas Luzia delegadas del Gobierno general para acompañar el proceso de esta agrupación, se encontraron con los dos Gobiernos provinciales a las afueras de la ciudad de Granada (Nicaragua). Eran conscientes de que comenzaban un proceso importante, y que por ello debían dedicarle tiempo y calidad. A pesar de tener un origen común, 35 años habían pasado desde que se dividieron en provincias diferentes, y aunque el cariño, la cercanía y solidaridad entre ellas ha sido constante, los procesos vividos y las circunstancias, hicieron que los caminos recorridos fueran distintos. En aquel encuentro se reafirmó la necesidad y la voluntad de formar una provincia, y por lo tanto, de ir dando los pasos necesarios.

A lo largo de todos estos meses, una convicción ha ido ganando fuerza, y es la de buscar qué favorece la vida y la misión de las actuales provincias.

Si en el documento capitular una de las invitaciones es la necesidad de “tejer una cultura de la reconciliación, el diálogo y la inclusión para la construcción de una nueva ciudadanía y eclesialidad”[4], el camino para la reorganización no podía ser otro. Reflexión, encuentros, procesos y trabajos para ir acogiendo e incluyendo las distintas realidades, culturas, situaciones, y, a partir de ellas, ir tejiendo esa “nueva provincia” trenzada con el diálogo, la inclusión y el sello de la interculturalidad.

Varios son los trabajos y reuniones que se han llevado a cabo, y para ello, se constituyeron algunas comisiones al servicio de este proceso: equipo animador que durante el año se ha reunido sistemáticamente para animar y orientar, comisión de economía y misión para integrar y rediseñar ambas estructuras, comisión de secretaría con la labor de asegurar que toda la comunicación llegara en español e inglés, y los equipos de gobierno acompañando todo el proceso. Dos momentos muy significativos han sido las reuniones del Gobierno general con los Gobiernos provinciales y sus Gobiernos ampliados para discernir juntas los modelos y propuestas organizativas de la nueva provincia, a partir de todo lo aportado por las comunidades, cuidando de manera especial el sentido y la mística del modo de plantear la nueva provincia y del proyecto común que se desea vivir.

Durante estos días (12 y 13 marzo) se está celebrando la primera asamblea con todas las hermanas de ambas provincias para ratificar los acuerdos tomados hasta el momento y celebrar la culminación de un proceso de preparación para la unión.

Entre los meses de abril y mayo se tiene previsto la creación de la nueva provincia y el nombramiento del Gobierno provincial. Comenzará así una nueva andadura, pero el camino recorrido y el compromiso de todas las hermanas hasta este momento, su participación y ayuda desde la oración, será sin duda, “cimiento de lo que está por venir”.

 

[1] Carta a las Coordinadoras Provinciales de América. Hna. Asunción Codes stj, Coordinadora general. 23 mayo 2019. Santiago de Chile

[2] idem

[3] idem

[4] XVII Capítulo General 2017. Invitación 2.2

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