
Hace algo más de un año lo normal era viajar, y no era extraño ver al Papa Francisco hacerlo como sus antecesores. Ahora sabemos que viajar no forma parte de lo habitual. La mayoría de las agendas y eventos se pararon hace 15 meses, como la del Papa. Pero hoy deja el Vaticano de nuevo para realizar un viaje histórico: Irak del 5 al 8 de marzo.
A pocas horas antes de partir, el Papa habló en un vídeo en el que se dirigía al pueblo irakí, expresando su profundo deseo de encontrarse con esa histórica tierra, con los rostros del pueblo. El Papa dijo: “Voy como peregrino, como peregrino penitente, para implorar al Señor perdón y reconciliación tras años de guerra y terrorismo, para pedir el consuelo del corazón y la curación de las heridas. Somos todos hermanos y hermanas; voy como peregrino en busca de fraternidad con el deseo de rezar juntos y de caminar juntos, con hermanos y hermanas de otras religiones, en el seno del Padre Abraham que une en una sola familia musulmanes, judíos y cristianos.” El Papa se dirigió luego a los cristianos, a la Iglesia mártir, para agradecerles su testimonio, y para pedir que gane la humildad del amor. Ante tantas pérdidas, el Papa dijo que “quiere ser portador de la caricia de toda la Iglesia”, e invitó a poner los ojos en Abraham, que en medio de sufrimientos nunca perdió la esperanza y se fio de Dios que le prometió una descendencia numerosa como las estrellas del cielo. “Levantad los ojos a las estrellas porque allí está nuestra promesa y esperanza”.
En la Declaración conjunta interreligiosa de varias organizaciones con motivo de la visita apostólica del Papa las veintinueve ONG escriben “las Organizaciones religiosas abajo firmantes que trabajan en Irak, representando el llamamiento de nuestras respectivas religiones a la solidaridad humana, damos la bienvenida a Su Santidad el Papa Francisco a la cuna de Abraham, Padre de muchos en la fe”. “Abrazamos plenamente este mensaje de fraternidad y diálogo que el Papa Francisco lleva a Iraq, y creemos firmemente que representa un camino necesario para sanar las heridas del pasado y construir un futuro para las diversas comunidades del país”. (Vatican News)
El sufrimiento del pueblo cristiano en Irak, su disminución y sus dificultades son sufrimiento del Papa y de la Iglesia. Pero en sus palabras y deseo, el sufrimiento de los cristianos está fraternalmente ligado al de tantos hermanos y hermanas de otras religiones. No puede haber esperanza sin paz, y como peregrino de paz, humildemente, viaja el Papa.
Alrededor de la visita apostólica habrá temas políticos y religiosos de gran importancia. Un viaje del Papa no es un viaje sin más. Por eso pidamos para que cuanto en él se viva y geste lleve el sello del futuro, de la esperanza y de la paz. Un viaje para encarnar el espíritu de la Fratelli tutti fruto del diálogo interreligioso, un viaje para comprender que la reconciliación, el ir en busca del prójimo y ser samaritano, no es camino fácil ni está libre de críticas…
Nuestra reunión Intercapitular cerró con un compromiso: “Vivir y tejer con otros la cultura de la reconciliación, el diálogo y la inclusión, al servicio de la reconstrucción del tejido social y eclesial”. Releer esta frase en el marco del viaje del Papa Francisco es comprender un poco más por dónde va el camino.
No dejemos de acompañar al Papa Francisco y al pueblo de Irak con nuestra oración.