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Rasgos carismáticos

La Compañía de Santa Teresa fue fundada el 23 de junio de 1876 por Enrique de Ossó, sacerdote catalán, que descubrió en Teresa de Jesús la fuerza de su espiritualidad y la capacidad de la mujer para evangelizar y transformar la sociedad. Teresa de Jesús, maestra de vida y de oración, es el gran regalo que fundamenta la espiritualidad y experiencia carismática de nuestra familia. 

De Teresa y Enrique aprendemos una manera de vivir la relación de amistad con Jesús, Amigo y Maestro, un modo particular de leer los signos de los tiempos, y de comprometernos para construir una nueva ciudadanía y eclesialidad.

Estamos presentes en 22 países en África, América y Europa, en los que vivimos nuestra misión evangelizadora educativa en pluralidad de formas y presencias.

La Iglesia hace suyo el carisma de la Compañía y la reconoce como Instituto religioso apostólico de derecho pontificio.

Seguimos a Jesús como Teresianas

Hermanas caminando por Zaragoza

Nuestro ser discípulas de Jesús se traduce en querer vivir con Él y como Él. Las palabras de Enrique de Ossó las acogemos como proyecto de vida: Pensar, sentir, amar como Cristo Jesús; hablar, conversar y actuar como Él. Y la experiencia de Teresa nos enseña: mientras pudiereis, no estéis sin tan buen Amigo al lado

Convocadas en comunidad

Hermanas en la puerta del colegio de Ganduxer

Vivimos nuestro ser seguidoras de Jesús como mujeres consagradas en comunidad. Compartimos lo que somos y tenemos, y vivimos el proyecto común como expresión de pertenencia a la Compañía y fidelidad al carisma recibido. 

“Nuestro encuentro con Jesús en la oración tiene su fuente en la Palabra de Dios y en la historia. Nos dejamos interpelar por la Palabra que nos enseña a hacer una lectura creyente de la vida y nos capacita para vivir nuestro apostolado de la oración”. (Const. 40)

Toda nuestra vida es misión

Nuestras mayores

Nuestro caminar con Jesús nos lleva a compartir su misión y a entregar nuestra vida para mantener viva su memoria, siendo testigos personal y comunitariamente, del poder dignificador y transformador del evangelio.

El Espíritu nos envía como comunidad, a hacer presente el Reino por la oración y la educación; vivimos el carisma educativo en pluralidad de formas y presencias.

A la sombra de la Virgen

Virgen de Bordas

"A la sombra de la Virgen crece y se desarrolla la Compañía, pues Ella la cuida con solicitud verdaderamente maternal. Nunca os excederéis en amar a María, en honrarla y extender su devoción. Jesús va delante con su ejemplo." (E. de Ossó)

La presencia de María bajo las distintas advocaciones, acompaña nuestro caminar como discípulas de Jesús en los distintos lugares donde estamos. A Ella le confiamos la vida y misión de la Compañía. 

¿Conoces a Teresa y a Enrique?

Santa Teresa y San Enrique, dos maestros espirituales.