El domingo 26 de enero se celebró en el monasterio de Sancti Espíritu de Gilet la oración del Tránsito. En esta tarde, frente a la habitación en la que se hospedó San Enrique durante los últimos días de vida, las hermanas de las comunidades de Torrent y Valencia, junto con las hermanas del Equipo General, los hermanos Franciscanos y la gente del pueblo que quiso sumarse a la celebración, se rezó la oración litúrgica de Completas en honor a Nuestro Padre y se leyó con emoción el testimonio de uno de los Franciscanos que vivió con él. La celebración concluyó en la iglesia del monasterio, frente a la estatua de San Enrique, entonando un canto a la Virgen y compartiendo un chocolate con bizcocho que habían preparado con mucho cariño los Franciscanos.
Al día siguiente, las hermanas del Equipo General se trasladaron hasta la Casa de Espiritualidad de Tortosa, donde compartieron la Eucaristía de acción de gracias por la vida de Nuestro Padre junto a las comunidades de Tortosa y la comunidad educativa del colegio. Una celebración cercana y sencilla, animada por los cantos de los alumnos, en la que se respiraba ambiente de familia y en la que el obispo de Tortosa invitó a la asamblea a vivir como Enrique, “haciendo todo, todo, todo por Jesús.”
Al concluir la celebración, la fiesta continuó con un refrigerio en los pasillos de la Casa de Espiritualidad, un tiempo distendido para compartir y disfrutar en fraternidad.
Cuando los platos de croquetas ya estaban vacíos y los manteles de papel de las mesas se empezaban a arrugar para hacerlos una bola y tirarlos a la papelera, cuando todo parecía indicar que la fiesta llegaba a su fin, todavía quedaba reservada una sorpresa, la más especial de todas: se abrió “la arqueta” en la que están guardadas las reliquias de Nuestro Padre. Ante él, cada persona que quiso pudo rezar durante un rato en un clima de oración y silencio con el que, ahora sí, terminaba un día precioso para recordar.
Todavía con el corazón sobrecogido damos gracias a Dios por la vida de San Enrique y por la herencia que de él hemos recibido.
