
Es una alegría que tras la celebración del XVIII Capítulo general podamos compartir esta noticia, ya que recoge la esencia del horizonte para los próximos años. Si abrir una nueva comunidad es siempre motivo de esperanza, la de Alexandría en Lousiana - Estados Unidos, lo es de forma especial.
Aunque las hermanas apenas llevan unos días en su nueva residencia, al conocer lo que han sido sus primeros días, y será su apostolado, resuena el horizonte capitular que se concreta en una fundación que nos ayuda “a crecer en nuestra identidad comunitaria, aprendiendo a vivir en interculturalidad y promoviendo un modo sinodal (…), a colaborar con otros en la búsqueda del bien común y en la construcción de una ciudadanía global (…) que llama a cuidar la vida amenazada, especialmente en las personas excluidas, desplazadas y migrantes”.
El día 23 de octubre llegaron a Alexandría las hermanas Daira Figueroa, Carolina Larios y Modesta Rocha para formar una nueva comunidad teresiana.
Pero ¿de dónde surge esta fundación? Hace ya meses que el Gobierno general recibió una carta del Gobierno provincial de la Provincia Nuestra Señora de la Paz en la que se exponía el ofrecimiento que se les había hecho desde Catholic Extensión para que dos o tres hermanas pudieran participar en “US-Latin America Sister Exchange Program” en una “diócesis misión” de Estados Unidos a partir de octubre de 2023.
El programa intenta lograr beneficios para la iglesia del hemisferio norte y del hemisferio sur, ya que por un lado, las congregaciones con presencia en América latina envían a sus hermanas para realizar ministerio pastoral en los Estados Unidos pudiendo, de esta forma, favorecer la vitalidad que siempre trae una nueva fundación y ampliar la presencia en Estados Unidos. Las diócesis que reciben a las hermanas, gracias a la presencia de ellas, pueden llegar a muchas personas que viven en situaciones difíciles, especialmente migrantes y refugiados en comunidades católicas hispanas, y con su presencia y trabajo formativo, preparar nuevos líderes laicos. Además, el programa procura la formación necesaria para las hermanas, tanto en relación con el inglés, como en otras necesidades formativas.
La posibilidad de abrir una nueva comunidad respondía también al deseo de extender nuestra presencia en Estados Unidos. Por ello, tras el discernimiento necesario, la Provincia Teresiana Nuestra Señora de la Paz acogió el ofrecimiento concretado en las hermanas Carolina y Modesta, y junto a ellas la hna. Daría de la Provincia Teresiana Nuestra Señora de la Esperanza.
Desde que se comenzó a preparar el proyecto, las tres tuvieron varios contactos, pero fue el pasado 22 de octubre cuando por fin, se encontraron en Miami donde fueron recibidas por las hermanas de la comunidad Maritza, Gina y Teresa; también las acompañó Ana Luisa Ortega miembro del MTA.
El día 23 viajaron a Alexandría Carolina, Modesta y Daira, con Giselle y Beatriz (coordinadoras provinciales) y Maritza Cisneros que trabaja Catholic Extension y en concreto en –Latin American Sisters Exchange Program-. Al aterrizar, fueron recibidas de forma admirable por el Sr. Obispo Robert Marshall, el Padre Peter Faulk, los diáconos Richard y Jason, además de otras personas de la comunidad, como María y Griselda, “madrinas de Catholic Extension”. Y así llegaron a la casa preparada por muchas personas para que las hermanas puedan vivir y adaptarse al nuevo clima tan diferente del de sus países de origen (Nicaragua y Colombia). Acogida y cariño manifestado en gestos de solidaridad y cercanía.
El primer día, acompañadas por Anny de Catholic Extension, tuvieron la oportunidad de participar en la Eucaristía en la que ya es su Parroquia, Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, celebrada por el párroco Padre Rusty Rabalais. Tras conocer a numerosos vecinos, concluyó el día con una cena fraterna con el Sr. Obispo, sacerdotes y diáconos.
Al día siguiente, fueron a la Parroquia de Santa Rita donde se encuentran las oficinas de administración del obispado, donde conocieron a las personas que tramitaron todo lo necesario para que las hermanas pudieran llegar y permanecer en USA. También conocieron los lugares donde podrán trabajar.
El tercer día, además de dedicarlo a la casa, conocieron Forest Hill Village, un lugar en el que habitan muchos hispanos y en el que desarrollarán parte de su misión. Al día siguiente, la hna. Beatriz Herrera regresó a Colombia.
A continuación, transcribimos lo que comparten las hnas. Carolina, Daira y Modesta: “Finalmente llegó el día esperado (27 de octubre). Desde las diez de la mañana empezaron a llegar las señoras de la comunidad con platos de comida, bebidas, hielo, postre. Ellas prepararon las mesas, como si fuera un banquete. Después llegaron el Obispo, los Diáconos y sacerdotes con todo lo necesario para la Eucaristía. El Obispo hizo su mayor esfuerzo para celebrar en español, aunque la homilía fue en Inglés. Nos invitó, a la luz de la Palabra de hoy, a identificar e interpretar los signos en las comunidades hispanas, y a ayudarlos a ellos a acompañarlos. También agradeció el legado espiritual de Teresa de Jesús y de Enrique de Ossó y nos invitó a compartirlo con la comunidad. Es impresionante cómo nos repiten que nos necesitan porque desconocen la cultura hispana. La Eucaristía y la comida fueron un precioso momento para agradecer y alimentar nuestro deseo de servir. También nos unimos a la intención del Papa Francisco en esta Jornada de Oración para que cese la violencia en la Franja de Gaza, para que no haya más odio entre las naciones y los pueblos. Al finalizar la Eucaristía el Sr. Obispo hizo una bendición para la casa y para nosotras. A partir de hoy ya Jesús en su presencia eucarística acompaña nuestra comunidad y nosotras, como hijas de Teresa de Jesús, nos alegramos de que así sea”.
Damos gracias por todas las personas que han hecho posible que hoy exista presencia teresiana en un nuevo lugar. Ponemos en manos de San Enrique de Ossó y Santa Teresa la nueva fundación. Que todo cuanto vivan y compartan sea germen de vida. Mantengámonos unidas a ellas y a tantas personas que buscan el bien, porque como dice el Papa Francisco, “necesitamos constituirnos en un nosotros que habita la casa común”. FT17