
El logo que nos acompañará hasta el XVIII Capítulo general y que estará presente a lo largo de este año está diseñado a partir de 3 elementos que se nombran en el tema capitular, y que entretejidos entre sí, nos ayudarán a recorrer el CAMINO DE APERTURA Y CONVERSIÓN HACIA UNA NUEVA CONCIENCIA DE NUESTRA IDENTIDAD COMUNITARIA:
LLAMA - ESPÍRITU SANTO: nos alienta al iniciar este camino que es de apertura y conversión. Nos acerca a la realidad del año capitular y del Capítulo. El Espíritu acoge al mundo y a las personas; un Espíritu que inspira y modela en nosotras la misión, el modo de ser y vivir con otros y otras que tuvo Jesús. Esa acción continua del Espíritu da movimiento y forma a esas figuras que van apareciendo como otras llamas vivas en medio del mundo.
TIERRA - MUNDO: Realidad en la que vivimos. Somos en este momento concreto de la historia. Es la Tierra que nos acoge en nuestra diversidad, que nos sustenta, pero a la vez, la tierra que hemos de cuidar.
PERSONAS - RELACIONES: Las personas que con diferentes colores expresan la diversidad y a la vez su interdependencia y conexión. “Somos con otros/as”, conscientes de nuestra vulnerabilidad, que nos facilita y hace auténtico y necesario el encuentro entre las personas y la colaboración.
Abrazar la vulnerabilidad, propia y las de los otros que caminan a nuestro lado, nos posibilita vivir una misión más enriquecida, al modo de Jesús, y que expresamos en las personas que convierten sus brazos en llamas como la del Espíritu Santo. Nuestra identidad solo cobra forma con el resto, y en ese abrazo está la Compañía.
Las personas, colores, misión quieren evocar también nuestro vivir en sinodalidad, en el seno de la Iglesia y del mundo.
Para solicitar los archivos del logo en sus distintas versiones se pueden solicitar a comunicacion.equipo@stjteresianas.org