
En julio de 2021 las hermanas del Gobierno general nombraban al que sería el primer Gobierno provincial, y en el mes de septiembre, comenzaron su andadura como provincia. Es jurídiamente, la provincia “más joven” de la Compañía, pero al nacer, lleva dentro muchos años de sabiduría y vida entregada en Chile y Paraguay.
En 1915 llegaron las hermanas a Paraguay y en 1916 a Chile. Por lo tanto, la Provincia Teresiana María Peregrina nace de dos provincias centenarias llenas de historia con sabor teresiano.
Y si siempre es importante renovar la memoria agradecida, también lo es descubrir en el presente la vida que irrumpe. Por eso, al acercarnos al hoy de la Provincia, agradecemos la misión confiada en tantos lugares, el apoyo de laicos y laicas, y la vida que de distintas formas se abre paso, especialmente en el colegio que ha asumido la Provincia Teresiana María Peregrina en San Lorenzo (Paraguay) y que lleva el nombre de San Enrique de Ossó.
En la actualidd, la provincia cuenta con 63 hermanas que viven en 12 comunidades y desarrollan su misión en diferentes ámbitos:
En el escolar, cuentan con siete colegios, en el ámbito de mujeres y sociedad, taller creciendo juntas, acompañamiento al penal de mujeres "Casa del Buen Pastor", Residencia Universitaria; en el ámbito de pastoral y servicios eclesiales, catequesis y animación de la vida litúrgica, comedores fraternos, programas radiales, comunidades de oración, comunidades eclesiales de base, presencia educativa en la diócesis de San Juan Bautista de las misiones. En el ámbito de espiritualidad, formación en identidad teresiana, acompañamiento al Movimiento Teresiano Apostólico; en Pastoral Juvenil Vocacional Teresiana, acompañamiento a retiros y ejercicios espirituales y acompañamiento a jóvenes para descubrir su proyecto de vida.
"Como Provincia Teresiana María Peregrina nos sentimos llamadas a salir a prisa al encuentro de la vida para ofrecer este don que hemos recibido. Es tiempo de caminar juntos … Todo por Jesús."
Damos gracias por la nueva vida que está naciendo y que está arraigada en presencia centenaria. La vida nueva, hecha una con la oración y vida de las hermanas más mayores que acompañan con su oración la vida, se vuelve regalo allá donde hay presencia teresiana.