Las teresianas vivimos nuestra consagración y vida en COMUNIDAD.
En medio de nuestra gente, en los lugares en donde estamos presentes, nuestras comunidades quieren ser » presencia y memoria de Jesús».
Somos comunidades orantes llamadas a escuchar, acoger, celebrar, vivir y proclamar nuestra fe; comunidades insertas en medio de los gozos y esperanzas de nuestros hermanos y hermanas; comunidades en misión, entregadas a anunciar la Buena Noticia de Jesús a través de diversos compromisos apostólicos que discernimos juntas. Comunidades abiertas a quienes necesitan este espacio de hogar y familia, o a quienes quieren compartir con nosotras la vida de seguimiento teresiana.